El Parlamento tunecino aprobó el pasado 9 de octubre una ley histórica que prevé la eliminación de todas las formas de discriminación racial. La ley penaliza las declaraciones racistas, la incitación al odio y la discriminación e incluso la “participación en una organización que apoye de forma clara la discriminación”.
La ley prevé penas que van desde un mes a un año de prisión y hasta 1.000 dinares (300 euros) de multa. La multa puede subir hasta los 15.000 dinares (5.000 euros) en el caso de que se trate de personas jurídicas.
La ley, aprobada por 125 votos contra uno y cinco abstenciones, había sido reclamada desde hace largos años por las asociaciones de defensa de las minorías y los derechos humanos, que denunciaron la existencia de un cierto racismo anti-negro en el país.
“Se trata de un momento histórico para Túnez”, señaló la Asociación Tunecina de Apoyo a las Minorías. “Es un hito importante en la historia de Túnez, similar a la abolición de la esclavitud”, manifestó el presidente del Foro Tunecino para los Derechos Económicos y Sociales (FTDES), Messaoud Romdhani, a AFP.