
Al menos 14 personas murieron y unas 20 resultaron heridas en un atentado suicida con bomba contra un grupo de eruditos religiosos en la capital afgana de Kabul el lunes, según la policía.
“Había mucha seguridad para la reunión de los Ulemas (eruditos religiosos) en la Loya Jirga (Gran Asamblea) cuando un atacante arrojó sus explosivos cerca del lugar”, dijo Hashmat Stanikzai, un portavoz de la policía, a la agencia Anadolu.
Stanikzai dijo que el único atacante fue a pie hasta el lugar e hizo estallar sus explosivos después de que la reunión terminara y los eruditos volvieran a casa.
La ONU condenó el ataque y su secretario general, Antonio Guterres, subrayó que “ninguna causa puede justificar tal violencia” y calificó la tragedia como una “clara violación de la ley internacional”, según su portavoz, Stephane Dujarric.
La reunión de hasta 2.000 académicos afganos emitió un decreto religioso que denunciaba numerosos ataques en los últimos meses en el país.
Los ataques suicidas, las explosiones que matan a inocentes y causan división, revueltas, varios tipos de corrupción, robos y secuestros y cualquier otro tipo de violencia se cuentan como pecados graves en el Islam y están en contra de la orden del Todopoderoso”, dijo el decreto.
Los expertos también renovaron su llamamiento a los talibanes para que eviten la violencia y se unan al proceso de paz afgano.
Los talibanes negaron cualquier participación en este ataque.
Sin embargo, en el pasado, los militantes han calificado a estos eruditos religiosos pro-gubernamentales como “títeres”.