El exlíder escocés Humza Yousaf pidió este domingo 4 de agosto una acción decisiva contra los disturbios generalizados en todo Reino Unido, a los que calificó como “pogromos contra los musulmanes”.
«¿Cuánto tiene que empeorar la situación antes de que se envíe al Ejército, Keir Starmer? La policía claramente no tiene control sobre esta situación. Este pogromo contra los musulmanes y la gente de color va a costar vidas a menos que se detenga a estos matones de extrema derecha», dijo Yousaf en X, al subrayar la urgencia de la coyuntura.
Más de 100 personas han sido arrestadas después de que las manifestaciones organizadas por grupos de ultraderecha se descontrolaran en varias ciudades y pueblos, incluidos Hull, Liverpool, Bristol, Manchester, Stoke-on-Trent, Blackpool y Belfast.
La violencia ha provocado saqueos, ataques a la Policía y una importante tensión comunitaria.
En Liverpool, las tensiones alcanzaron su punto álgido cuando aproximadamente 1.000 manifestantes antinmigrantes, algunos de ellos gritando insultos islamófobos, se enfrentaron con personas que protestaban en contra de ellos.
Las imágenes publicadas en las redes sociales captaron la caótica escena en la que los matones de extrema derecha atacaron un puesto de la Dawah islámica en el centro de la ciudad de Liverpool.
Los medios locales informaron sobre los enfrentamientos este domingo y subrayaron el creciente malestar.
Una gran protesta contra la inmigración se tornó violenta cuando los manifestantes de extrema derecha atacaron un hotel de Rotherham que albergaba a solicitantes de asilo, rompieron sus ventanas y lo incendieron.
El incidente tuvo lugar poco antes del mediodía y estuvo marcado por intensos enfrentamientos de los ultraderechistas con la Policía y aquellos que se manifestaban a favor de los inmigrantes.
Las autoridades locales están en alerta máxima, ya que anticipan más protestas violentas en todo el país.
Los disturbios se produjeron tras el trágico asesinato de tres niñas en Southport este lunes, un acontecimiento que ha tensado aún más las relaciones comunitarias y ha provocado episodios de desorden en pueblos y ciudades de toda Inglaterra.