Varios medios españoles se han hecho eco de la cancelación de un congreso islámico en Torredembarra, que llevaba por título “Creencia, modales y familia. Perspectiva islámica”, donde los ponentes estrella iban a ser personas ya envueltas en la polémica y conocidas por su defensa del salafismo, una lectura rigorista y extremista del islam, que constituye una pequeña minoría de la comunidad musulmana.
Uno de ellos era Isa García, un salafista colombiano muy conocido, que ha estado en España en múltiples ocasiones. También estaría el imam melillense Malik Ibn Benaisa, que en un sermón en la mezquita Ibn Rushd de Ceuta afirmó que “cualquier mujer que usa maquillaje, perfume y se pasea frente a hombres que pueden percibir su aroma, es inherentemente una adúltera, fornicadora y puta”. Recientemente, el vídeo de su sermón ha sido difundido nuevamente en las redes sociales de Cataluña, debido a la participación de Benaisa como ponente en el citado congreso de Torredembarra, Tarragona.
Tras la conferencia, la secretaria de Igualdad del PSOE de Ceuta, Sandra López Cantero, denunció a Benaisa por una posible comisión de delitos relacionados con la apología de la violencia de género o la discriminación por sexo. Sin embargo, la Fiscalía en Ceuta archivó la denuncia este mismo año, según el diario ABC. El Ministerio Público señaló que de la charla del imam, de una hora y media de duración, “no se deduce que el predicador melillense incurriera en ninguno de los ilícitos contemplados en el Código Penal”.
Otro de los participantes en el congreso islámico será Mohamed Said Badaoui, pero su intervención se iba a llevar a cabo por teleconferencia. Badaoui fue expulsado de España en noviembre de 2022. El Ministerio de Interior dio la orden al considerar a este individuo un propagandista del salafismo y porque ejercía supuestamente de controlador de la población de origen magrebí de Reus y Tarragona.
Badaoui estuvo promocionabdo el congreso, que iba a tener lugar entre el 13 y el 15 de septiembre en Torredembarra, animando especialmente a los jóvenes. “Es el momento que los jóvenes acudan al congreso para conocer el islam con grandes ponentes y referentes de habla española” señaló en su perfil de Instagram. Un comentario que Benaisa agradeció profusamente en la misma red social.
En todo caso, los planteamientos radicalizados de los salafistas, como los mencionados, no van en beneficio de la comunidad musulmana ni de la sociedad española en su conjunto. La juventud musulmana en España hace frente a numerosos desafíos de tipo cultural, social, laboral y religioso y los mensajes que necesita son aquellos que pueden favorecer su éxito laboral, educativo y profesional además de su desarrollo religioso y espiritual.
El recibir mensajes de tipo intolerante, equivocado y simplista solo dificultan la convivencia de estos jóvenes no solo con los no musulmanes, sino con grandes partes de la propia comunidad musulmana, que rechazan los preceptos salafistas y que son objeto de condenas de estos últimos por no seguir sus interpretaciones rigoristas. Estas últimas tienen, además, un difícil encaje en nuestro mundo, no solo en los países occidentales, sino también en los de mayoría islámica, y generan un aislamiento social de aquellos que las siguen y dificultan su desarrollo personal.
Hay que decir, por último, que desde que Arabia Saudí dejó de financiar la expansión del wahabismo y el salafismo, estos últimos han entrado en crisis y resultaría paradójico que un congreso de este tipo pudiera recibir una gran repercusión en Cataluña y España.