La administración del presidente de Indonesia, Joko Widodo (Jokowi), anunció recientemente que otorgaría concesiones de minería de carbón a organizaciones de masas de base religiosa. Tener concesiones mineras significa que las organizaciones de masas de base religiosa tendrían derechos legales para extraer, explotar y vender recursos naturales.
Esta promesa no es nueva; Jokowi lo ofreció a Nahdlatul Ulama (NU) hace varios años en su Muktamar (congreso) en 2021, en Lampung. Luego dijo que ofrecería espacio para crear una industria para la próxima generación “inteligente” de miembros de NU.
Bahlil Lahadalia, el ministro de inversiones que supervisa esta cartera, prometió además que NU se convertirá en la primera organización de masas de base religiosa a la que se le permitirá operar la concesión. La priorización de NU indica cómo el gobierno de Jokowi podría sentirse en deuda con NU por su apoyo político durante su presidencia durante la última década.
Sin embargo, la respuesta de las diversas organizaciones islámicas de Indonesia es variada. El presidente del consejo ejecutivo de NU, Yahya Cholil Staquf, es el líder más entusiasta que ha acogido con satisfacción la política de Jokowi, diciendo que NU estaba lista para dedicarse a la minería con su amplia red empresarial y recursos humanos.
El Consejo de Ulama de Indonesia (MUI), como otro titular de concesión minera, también parece contento con esta política. Su vicepresidente, Anwar Abbas, se lo expresó a Jokowi y dijo que la concesión podría convertirse en una fuente de financiación para el MUI. Si bien el MUI recibe fondos sociales del gobierno, las sumas no son suficientes para sus operaciones. En teoría, una concesión minera puede generar más ingresos para el MUI.
Muhammadiyah, la segunda organización musulmana más grande de Indonesia, se ha mostrado reacia a aceptar directamente la oferta de Jokowi.Abdul Mu’ti, su secretario general, afirmó que el gobierno de Jokowi no había comunicado acerca de las concesiones propuestas a Muhammadiyah, pero Muhammadiyah lo discutirá cuidadosamente y no se apresurará a decidir si se deben otorgar dichas concesiones. Detrás de esta posición cautelosa, Muhammadiyah probablemente quiera medir su capacidad porque también carece de experiencia en la gestión de empresas mineras.