Los ciudadanos de Suecia expresan su malestar por las recientes provocaciones contra el Islam en su país, al calificar la quema del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, como un crimen de odio «vergonzoso».
Ingrid Kolobaric, una croata que vive en Suecia, le dijo a la Agencia Anadolu que «Suecia necesita respetar a todas las personas independientemente de sus creencias religiosas, raza, apariencia o color».
«Ahora es el momento. Es hora de que Suecia aprenda a respetar a todas las personas», agregó.
Kolobaric subrayó que se debe detener la quema de libros sagrados, luego de que las autoridades suecas le permitieran a Rasmus Paludan, un extremista de derecha danés, llevar a cabo la acción provocadora.
«No creo que la quema del Corán por parte de Paludan sea correcta. Debería considerarse un crimen de odio”, señaló Liam Tiks, un sueco.
Otra sueca, Izabella Schultzberg, calificó la quema del Corán como «muy vergonzosa y mala».
«Esto debería prohibirse», dijo Schultzberg.
«Insultar a otra religión y punto de vista es inaceptable», subrayó.
Por su parte, otro local, Björn Gillsbro, expresó que «Paludan necesita dejar de provocar al público”.
El sueco Ebba Liedstrom dijo que la provocación de Paludan de quemar el Corán fue «un acto vergonzoso e infantil para agitar a la gente».
Paludan, un político sueco-danés, fue condenado en todo el mundo luego de quemar este mes copias del Corán frente a una mezquita en Copenhague y la embajada turca en la capital, Estocolmo.
Turquía ha liderado la condena del mundo musulmán, al criticar a las autoridades danesas y suecas por permitir que un «charlatán que odia el Islam» lleve a cabo un acto que «claramente constituye un crimen de odio».
