
La islamofobia es una forma de racismo y xenofobia causada por la desinformación, la desconfianza, el odio y el miedo hacia el islam.
Con discursos antiislámicos, se asocia a las personas musulmanas con el terrorismo y pueden ser percibidas como una amenaza. Los discursos y comportamientos antiislámicos se dirigen a las personas y comunidades musulmanas, sus lugares sagrados, como mezquitas, lugares de oración y cementerios, hogares, escuelas e instituciones de personas musulmanas.
Para prevenir las declaraciones y conductas mencionadas, que resultan en violaciones de los derechos humanos y atentan contra los valores universales, y para fortalecer los esfuerzos internacionales por el establecimiento de la paz mundial, la Asamblea General de la ONU designó el 15 de marzo como el “Día Internacional de la Lucha contra la Islamofobia”.
Sin embargo, en el caso de España, tales discursos no son aceptados por la mayoría de la sociedad, que rechaza tales mensajes. La sociedad española se ha ido convirtiendo cada vez más en una sociedad diversa debido a muchos factores, incluyendo la inmigración de personas de diferentes países y las conversiones. No hay duda de hoy en día la sociedad es multirreligiosa, y las personas de distintas confesiones conviven y colaboran en un espíritu de apertura.
Hay que decir también que existen numerosos casos de musulmanes que han logrado el éxito dentro de la sociedad, logrando puestos de trabajo de toda índole, Existen médicos, abogados, profesores y licenciados musulmanes en muchos campos del conocimiento y que han alcanzado una cierta fama. Hay también muchos miles de trabajadores que ejercen su profesión con normalidad en diversos sectores, incluyendo la construcción, los servicios, el comercio y otros. Muchos clubs españoles cuentan con deportistas de alto nivel musulmanes. Tales hechos prueban que no existen impedimentos para que los musulmanes alcancen escalones altos en la sociedad.
De hecho, la gran mayoría del colectivo musulmán se siente satisfecho de su vida y experiencias en España donde han sido acogidos y disfrutan de los mismos servicios y oportunidades del resto de la sociedad española.
Es necesario también que los musulmanes sepan que la defensa de sus derechos tiene que ir acompañada de obligaciones, en primer lugar la tolerancia hacia otras creencias y puntos de vista y hay que diferenciar entre la islamofobia y las críticas respetuosas hacia la religión del Islam, que no descalifican a esta religión ni a los musulmanes en general. En este sentido hay que hablar de numerosos eventos de diálogo interreligioso en toda la geografía española, en los que los musulmanes participan activamente.
Los musulmanes tienen también que mantener un respeto hacia los miembros de otras corrientes islámicas. Hay colectivos, como los salafíes, que mantienen una actitud altamente intolerante hacia miembros de otras escuelas islámicas, como los sufíes y los shiíes, y esto es completamente rechazable en una sociedad democrática y constituye también una forma de islamofobia.
El objetivo último de los esfuerzos para luchar contra islamofobia debe ser el de promover y proteger los derechos humanos, prevenir la discriminación y crear conciencia sobre este tema con la esperanza de lograr un mundo donde cesen los prejuicios y la discriminación.
Cuando un grupo es atacado, los derechos y las libertades de todos están en peligro. Como comunidad global, debemos rechazar y erradicar la intolerancia. Los gobiernos deben fomentar la cohesión social y proteger la libertad religiosa. Las plataformas en línea deben frenar el discurso de odio y el acoso.
En este Día Internacional de la Lucha contra la Islamofobia, trabajemos juntos para defender la igualdad, los derechos humanos y la dignidad, y construir sociedades inclusivas donde todas las personas, independientemente de su fe, puedan vivir en paz y armonía.