A pesar del ‘plomo fundido’ que caída desde primera hora de la mañana, miles de melillenses acudieron este lunes a la Plaza Multifuncional de San Lorenzo para participar en el rezo colectivo por el Aid El Kebir, la Fiesta del Sacrificio del Cordero, en un ambiente de “paz” y de “alegría” a pesar del calor sofocante.
Precisamente, la Ciudad Autónoma de Melilla dispuso de varios puestos de avituallamientos con agua, alimentos, zonas de sombra y alfombras para hacer más llevadero el rezo entre los presentes.
“Hay que alegrase en este día, hacer el sacrificio y pasar el día bien entre todas las personas, los familiares y expandir la paz entre la gente”, ha destacado el imán durante el sermón, apelando también a la hermandad y convivencia entre todas las convivencias religiosas que cohabitan en la ciudad. Asimismo, ha resaltado que el Aid El Kebir es una festividad “muy arraigada” en la comunidad musulmana, además de ser “muy antigua”, ya que dice que se remonta a los tiempos del profeta Abraham, quien, por mandato de Dios como prueba de su fidelidad, no vacila en sacrificar a uno de sus hijos, aunque finalmente es sustituido por un cordero.
“Es (por este lunes) un día grande para compartir, para ayudar y para visitar tanto a los familiares, como a los vecinos y amigos”, resume por su parte el presidente de la Comisión Islámica de Melilla (CIM), Farid Abdel-lah, quien explica que el cordero “no es solo carne” sino que forma parte de la religión islámica.
Abdel-lah ha felicitado a las consejerías de Cultura, Medio Ambiente y Seguridad Ciudadana por la organización y porque se vuelva a celebrar en San Lorenzo, “un espacio cómodo, seguro y que fomenta la unidad de convivencia”.
A preguntas de los periodistas, el máximo responsable de la entidad religiosa calcula que han podido asistir en torno a 5.000 fieles musulmanes al acto religioso, aunque recuerda que la Fiesta del Sacrificio “suele haber menos gente” que en la fiesta final del Ramadán. A todo esto hay que añadir que muchas familias han cruzado la frontera para pasar la Pascua Grande musulmana en Marruecos.