En la ciudad de Nueva York, la decisión del alcalde Eric Adams de extender la opción Halal a todas las cafeterías de las escuelas públicas locales no parece haber generado reacciones contrarias. Ningún ciudadano o político ha explotado esta medida para hacer demagogia. Muy al contrario, fue acogida con los aplausos de todos.
Principal interesada por esta medida a favor de la convivencia, tomada en el marco del programa “Cafeteria Enhancement Experience” desarrollado por la Oficina del Alcalde y el Consejo Municipal de Nueva York, la comunidad musulmana no ocultó su alegría al ver que la comida halal pronto estará en todos los platos de sus alumnos durante el momento de convivencia que representa la comida en los comedores escolares.
Una voluntad política que hace las delicias de más de una persona en la Gran Manzana, incluida Afaf Nasher, directora en Nueva York del CAIR, la organización emblemática para la defensa de los derechos civiles de los musulmanes estadounidenses.
“Todo estudiante, independientemente de su religión, merece un almuerzo que respete sus preceptos religiosos. Durante demasiado tiempo, los escolares musulmanes y los estudiantes de secundaria se han visto obligados a saltarse el almuerzo o comer almuerzos no permitidos por la religión”, lamentó, antes de enfatizar: “Siendo yo misma un producto puro de las escuelas públicas de Nueva York, nunca he podido comer halal en los comedores escolares. Asimismo, me complace que los tremendos esfuerzos realizados por nuestra comunidad musulmana para exigir el acceso igualitario a las necesidades básicas, como la alimentación de nuestros escolares, se vean recompensados, y felicito al alcalde y a su equipo aún más calurosamente por haber accedido a nuestra solicitud”.
