La naturaleza tiene una extraña manera de calmar el alma y revivir el espíritu. A los pocos minutos de llegar al océano, puedes sentir una sensación de armonía que te cubre como una manta.
Mirar fijamente una cadena montañosa solo puede dejar a una persona asombrada y recordar lo pequeños que somos en este mundo.
Observar el orden fijo en el que sale y se pone el sol deja a quienes reflexionan sobre él con el deseo de crear esa misma sensación de orden en su vida.
En esencia, tomarse el tiempo para disfrutar de la naturaleza puede significar también hacerlo para fortalecer su fe.
El verano está ahora en su apogeo y, si bien algunos pueden pasarlo encerrados en el interior con el aire acondicionado encendido, ¿por qué no utilizar este tiempo como una oportunidad para aprovechar al máximo lo que el aire libre tiene para ofrecer?
Una forma única de hacerlo sería estructurar tus actividades al aire libre en torno a los versículos del Corán. El Corán ofrece varios versículos que nos invitan a reflexionar sobre el hermoso mundo al aire libre que nos rodea.
Entonces, ¿por qué no dedicas algo de tu tiempo este verano a cada uno de estos versículos y reflexionar verdaderamente sobre sus significados?
Los pájaros
Por ejemplo, los pájaros salen y cantan al amanecer. Es el momento perfecto para salir y pensar en nuestro Creador sosteniéndolos en su vuelo. Esto puede infundir al resto del día la noción de que todo lo que estamos logrando es por la voluntad de Dios.
Las aves pueden desafiar la gravedad y volar por el aire gracias a una estructura corporal compleja que supera a la de los aviones.
Deben tener un esqueleto con huesos ligeros para que puedan tener una masa menor que la de sus plumas.
Los cuerpos aerodinámicos también les permiten deslizarse suavemente cuando vuelan.
Las alas perfectamente curvadas les permiten asimismo obtener la sustentación que necesitan para flotar en el cielo.
Internamente, tienen cámaras con sacos de aire para almacenar el oxígeno adicional que necesitan para sus vuelos.
Dado que volar hace que sus cuerpos generen mayores cantidades de calor, su sistema respiratorio está diseñado para regular la temperatura corporal y evitar que se sobrecalienten. Dios les ha dado una majestuosa estructura corporal con la que volar.
Las nubes
Los niños suelen sentirse fascinados por las nubes. Tomarse un tiempo para sentarse afuera antes de cenar puede ser una gran oportunidad para señalar las nubes sobre nosotros.
Los niños pueden ayudar a detectar las que se mueven suavemente y las que Dios ha unido en un cúmulo.
El granizo y los relámpagos pueden no parecer tan aterradores para los niños si saben que es Dios, el Más Misericordioso, Quien tiene el control de todo.
Organismos vivos y vida
Una caminata al bosque o un viaje al zoológico pueden convertirse en una divertida búsqueda del tesoro de los diferentes tipos de animales enumerados en el Corán.
La forma en que se desplazan los animales depende en gran medida del entorno en el que viven.
Algunos animales son rápidos, mientras que otros se mueven lenta y deliberadamente.
Hay muchos factores que se correlacionan con la forma en que se desplazan los animales, como la forma en que obtienen su alimento, la tierra en la que viven y cómo se reproducen.
Por ejemplo, algunos animales deben recorrer grandes distancias para llegar a su alimento. Estos animales deben tener formas de movimiento que se adapten a tales demandas físicas. Algunas tierras son grandes y planas, como los pastizales.
Los espacios abiertos que se encuentran en estas áreas brindan a los animales la oportunidad de aumentar su velocidad. No es coincidencia que algunos de los animales más rápidos se encuentren en los pastizales. Dios diseña los animales de la manera más perfecta para adaptarse al entorno en el que viven.
Abejas
La próxima vez que una abeja pase volando, en lugar de agacharse por miedo, uno puede recordar lo que el Corán nos dice sobre la majestuosidad de las abejas y los beneficios de la miel.
La ciencia ha demostrado que la miel tiene una serie de beneficios científicos. Contiene un componente antiinfeccioso.
Este componente puede ayudar a curar heridas en la piel, tos y dolencias intestinales. También se sabe que contiene antioxidantes.
Un interesante estudio encontró que el 32% de los pacientes con cáncer estudiados atribuyeron a la miel una mejora en su calidad de vida, ya que fortaleció su sistema inmunológico, lo que les llevó a contraer menos infecciones.
Estas son sólo algunos de los muchos signos que analizan la naturaleza en el Corán y pueden usarse como trampolín para profundizar en diversos temas científicos este verano.
Estas aleyas coránicas ayudan a dar forma a nuestra visión de la naturaleza y nos ayudan a ver más allá de la superficie.
El verano ya está aquí y la naturaleza está esperando ser descubierta.