El domingo 4 de mayo quedará grabado en la memoria de los habitantes musulmanes de Roubaix, en el norte de Francia. Doce años después de la colocación de la primera piedra, la Mezquita Eyüp Sultan fue inaugurada con gran pompa en presencia de la élite de las comunidades locales.
Este lugar de culto musulmán, con capacidad para acoger hasta 2.000 fieles, representa sin duda un motivo de orgullo para la comunidad franco-turca. Para la ocasión también viajaron el cónsul general turco de París, Kerem Yilmaz, y representantes de la Unión de Asuntos Culturales Turco-Islámicos (DITIB) y de la Dirección Turca de Asuntos Religiosos (Diyanet), Bayram Demirtas y Şaban Kondi.
La construcción del edificio religioso, inicialmente situado en la calle de El Cairo y ahora rebautizada como Calle de Estambul, costó unos 8 millones de euros. Sin embargo, fue financiado en su totalidad por los fieles, según afirman en voz alta sus administradores. Aunque el presupuesto está muy lejos del de la mezquita del mismo nombre en Estrasburgo (¡32 millones de euros!), fue suficiente para proporcionar a Roubaix una de las mezquitas más hermosas de la región e incluso de Francia. Con un minarete que se eleva hasta 21 metros y está rematado por una cúpula de 15 metros, la mezquita brilla por su arquitectura interior, que recuerda mucho a la de las mezquitas de Turquía.
“Hemos soñado con este momento, lo hemos anhelado, lo hemos esperado… durante doce largos años. Doce años de perseverancia, esfuerzo colectivo, solidaridad, pero también, reconozcámoslo, desafíos, pruebas y, a veces, dudas. Y, sin embargo, gracias a la inquebrantable voluntad de los miembros de nuestra comunidad, el valioso apoyo de los residentes y la amable guía de las autoridades públicas, este sueño se está haciendo realidad”, dijo Ibrahim Alci, presidente de la Asociación de la Mezquita Eyüp Sultan.
El presidente de la Asociación Franco-Turca del Norte y de la Coordinadora de Musulmanes Turcos de Francia (CCMTF) agradeció efusivamente a “la ciudad de Roubaix y a las instituciones locales que creyeron en este proyecto, que nos tendieron una mano y que, con espíritu republicano, apoyaron nuestra ambición de construir un lugar digno, abierto y acogedor; un lugar de fe, pero también de diálogo, de cultura y de paz”.
Guillaume Delbar no se perdió este evento histórico en el que se interpretaron los himnos nacionales francés y turco. “Este lugar excepcional, reconocido por su belleza y su apertura, es fruto de un compromiso colectivo y de un auténtico espíritu de fraternidad”, afirmó el alcalde de Roubaix. “Este proyecto ilustra la capacidad de nuestra ciudad para avanzar de la mano, mediante iniciativas que unen a las personas, fortalecen la fraternidad y embellecen Roubaix”.
La Mezquita Eyüp Sultan no será solo un lugar de oración. Será un espacio de encuentro, escucha y convivencia. Un lugar donde la espiritualidad se fusiona con la ciudadanía. “Donde aprendemos, donde transmitimos, donde construimos juntos”, declaró Ibrahim Alci, para quien esta inauguración es solo el primer paso de un proyecto más ambicioso. “Otros seguirán su ejemplo, porque nuestra visión es grandiosa. Pero ya podemos estar orgullosos. Orgullosos de lo que hemos construido, orgullosos de lo que encarnamos, orgullosos de este hermoso mosaico humano que hace que Roubaix sea tan rica.”
