A medida que comienza el mes sagrado musulmán del Ramadán en la Libia devastada por la guerra, un grupo de voluntarios trabaja día y noche para restaurar copias antiguas o dañadas del Corán. Jalid Al-Drebi, uno de los restauradores del Libro Sagrado del Islam más famosos de Libia, se encuentra entre los artesanos que llegan diariamente al taller de Trípoli para satisfacer las necesidades de la afluencia de clientes durante el Ramadán.
“Por lo general, antes del Ramadán, todos intentaban obtener una nueva copia del Corán, pero recientemente en Libia esto ha cambiado”, compartió Dreby.
Para muchos, la tradición se vio interrumpida por fuertes aumentos de precios. “El costo de comprar (un Corán) ha aumentado, por lo que la actividad de restaurar libros antiguos ha ganado una popularidad sin precedentes”, dijo Dreby.
En comparación con el costo de un Corán nuevo (más de 20 dólares, según la encuadernación), el taller de Dreby cobra solo unos pocos dólares por restaurarlo.
“Hay una conexión espiritual para algunos clientes”, dijo Drebi, y agregó que muchos prefieren mantener los Coranes transmitidos por familiares. “Algunos dicen que este Corán huele a abuelo o padres”.
Abdel Razzaq Al Arusi está trabajando en la clasificación de miles de Coranes según su desgaste. “Los coranes con daños limitados no tardan más de una hora en restaurarse, pero aquellos con daños severos pueden tardar dos horas o más”, dijo Arusi.
Mabruk Al-Amin, gerente del taller, dijo que el proceso de restauración “requiere una gran cantidad de artesanos”. “Trabajar con el Libro de Dios es muy agradable y no aburre… Hay un gozo indescriptible en este trabajo”, dijo.
