En un artículo publicado recientemente en El Confidencial, el periodista Ignacio Cembrero afirma que Marruecos ha comenzado a mover sus peones para hacerse con el control de la Comisión Islámica de España
Según el autor, las autoridades marroquíes buscan que los movimientos que patrocinan en España tomen el relevo a la actual CIE. Afirma que para ello “han conseguido hacerse con el control de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI)”, la segunda en número de comunidades de España.
Hasta principios de la pasada década, la FEERI estuvo bajo el control de Marruecos. La encabezaba entonces el ceutí Mohamed Hamed Ali, que fue desbancado por Mounir Benjelloun. El autor señala que la FEERI pasó entonces a estar controlada por el movimiento opositor marroquí Justicia y Caridad.
Cinco días antes de la reunión del 13 de Julio para elegir la Junta Directiva y la Presidencia de la CIE, la FEERI decidió poner fin a su boicot de ocho años y ocupar los tres escaños que le corresponden, junto con otros cuatro de federaciones regionales afines. Pero ahora la FEERI y no está bajo la influencia de Justicia y Caridad, sino de Marruecos, señala el autor. “Ahora mandan los afines a las autoridades marroquíes.”
Cembrero señala que un primer síntoma de este reposicionamiento fue la designación hace un año de Abdelmalik Mohamed Amar como delegado de la FEERI en Ceuta, cargo que posteriormente abandonó. En una entrevista con el diario “El Mundo” en septiembre de 2023 afirmó que “para la estabilidad de Ceuta es fundamental que las mezquitas y otros lugares de culto sean gestionadas por el Ministerio de Asuntos Islámicos” desde Rabat.
“El entrevistado confesó aún más su inclinación por Marruecos cuando dejó caer que había que resolver una contradicción: “La CIE ha estado dirigida por personas de origen sirio y siguen haciéndolo”, pero “un 70 % de los musulmanes de España son de origen marroquí”. “Le faltó decir que estaría bien trasladar el modelo de gestión religiosa de Ceuta a toda España”, comentó un musulmán ceutí opuesto a la dominación marroquí.
El artículo señala que “el regreso de la nueva FEERI a la CIE es un nuevo paso inspirado por los que en Rabat tratan de influir sobre su inmigación en España, el Ministerio de Asuntos Islámicos y el servicio secreto exterior (DGED). Se trata de ir tomando posiciones e ir preparando a largo plazo el asalto a su cúpula cuando se den las circunstancias”. señala un funcionario español que durante años ha seguido la actividad de los movimientos islámicos”.
La FEERI ha negado, en un comunicado, estar bajo el control de Marruecos. “En una crónica publicada en su diario de acogida, El Confidencial, Cembrero anuncia que FEERI está “controlada por Marruecos”, una afirmación absolutamente incierta que resta seriedad y objetividad a la publicación”, señala el comunicado.
“FEERI es una organización libre e independiente, cuya gestión recae en las decisiones de su Consejo de Gobierno, y en el que prima la entera libertad de acción y sin que existan interferencias de otros países.”
“FEERI quiere hacer público su rechazo a las acusaciones contenidas en el artículo en cuestión, reafirmando su independencia y su absoluta convicción de que no existen – ni han existido- interferencias ajenas en su gestión administrativa y, menos aún, en sus principios fundacionales”, indica el comunicado.
Cabe señalar que en septiembre de 2022, el hartazgo de la influencia marroquí en Bélgica, y en menor medida la turca, llevó al ministro de Justicia, Vicent Van Quickenborne a considerar que el Ejecutivo de los Musulmanes de Bélgica ya no era el interlocutor válido del Estado y a retirarle las subvenciones.
La mayoría de musulmanes de España rechazan el control o la tutela de cualquier estado extranjero, incluyendo Marruecos, porque no quieren ser un peón de sus intereses políticos. Muchos colectivos como la Federación Musulmana de España (FEME) o Junta Islámica defienden un “islam español” que no esté sujeto a la tutela extranjera.
La mayoría de los musulmanes de origen marroquí, que se han asentado en España por razones económicas y muchos de los cuales tienen ya la nacionalidad española, no desean tampoco estar bajo el control de Marruecos o sus peones en nuestro país.
