Tres formas fáciles de seguir recibiendo bendiciones después de Ramadán

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¿Se ha ido tanto el Ramadán que hemos vuelto a caer en nuestros viejos hábitos? Es importante recordar que la señal de un Ramadán productivo es que somos mejores personas en los meses posteriores al Ramadán que antes.

Con eso en mente, es importante encontrar formas simples de continuar con los buenos hábitos que comenzamos o fortalecimos durante el Ramadán.

Aquí hay 3 hábitos fáciles de hacer que pueden ayudarnos a recibir bendiciones en nuestras vidas posteriores al Ramadán:

1 – Continuar construyendo nuestra relación con el Corán

Ramadán tiene su importancia porque es el mes en el que se reveló el Corán.

Es por eso que muchos musulmanes buscan fortalecer su relación con el Corán durante este mes recitándolo y estudiando su significado.

Aunque el Ramadán haya terminado, no debemos abandonar nuestra relación con el Corán.

Después de todo, una de las mejores formas de construir una relación con Dios es construir una relación con Su Palabra.

La recitación no tiene que ser un compromiso diario importante. Puede ser tan simple como recitar tres versos al día o estudiar algunas páginas de tafsir al día.

Cuando se trata de recitar el Corán, algunas personas pueden dudar en hacerlo porque pueden ser lectores más lentos o no tan fluidos en su recitación en árabe.

Recuerda, Dios ama el esfuerzo más de lo que ama la perfección. En un hadiz auténtico, el Profeta (PB) dijo:

“Verdaderamente, quien recita el Corán de forma hermosa, suave y precisa, estará en compañía de los ángeles nobles y obedientes. Y en cuanto al que recita con dificultad, tartamudeando o tropezando en sus versos, entonces tendrá el DOBLE de esa recompensa”.

2 – Animar a la gente todos los días

La amabilidad es una de las mejores formas de caridad islámica, y la amabilidad puede ser tan simple como una sonrisa.

El Profeta Muhammad (PB) dijo en un famoso hadiz:

“Toda buena obra es caridad. En verdad, es una buena obra recibir a tu hermano con una cara alegre y verter lo que queda de tu recipiente en la vasija de tu hermano”.

La forma en que tratamos a los demás es tan importante como el culto tradicional que realizamos (oraciones, ayuno, etc.).

Con eso en mente, debemos tratar de ser conscientemente amables con los demás porque las recompensas por la bondad son muchas.

Un hábito que realmente nos puede beneficiar a largo plazo es animar a dos personas al día.

Esto puede ser en forma de un mensaje de texto/llamada telefónica alentadora, una palabra edificante para un compañero de trabajo o un extraño que conocemos en la tienda de comestibles o una sonrisa amistosa cuando pasamos junto a alguien.

Una sonrisa puede parecer algo insignificante, pero piensa en cómo te sentirías si un extraño te ofreciera una sonrisa genuina cuando pasara junto a ti.

Lo más probable es que te sientas genial, y eso es lo que podemos hacer con los demás a través de pequeños actos de bondad.

Recuerda, nunca se sabe qué buena acción será la que nos permita entrar en el Paraíso, e incluso una pequeña acción puede tener una inmensa recompensa cuando se realiza con una intención pura.

Animar a los demás no nos cuesta nada, pero nos lo puede dar todo.

3 – Comprométete a hacer un poco de caridad monetaria semanal o diariamente

El Profeta Muhammad (PB) dijo: “Haz buenas obras solo en la medida de tus posibilidades, porque las mejores obras son las que se hacen con regularidad, aunque sean pocas”.

Las obras que Dios más ama son las pequeñas obras que se realizan con regularidad.

Dar unas monedas al día o a la semana no hará mella en la mayoría de nuestras economías; sin embargo, esa pequeña cantidad puede cambiar vidas y cosecharnos una inmensa recompensa si lo hacemos con la intención correcta.

Con el final del Ramadán, es el mejor momento para crear buenos hábitos como estos.

Afortunadamente, hay muchas organizaciones benéficas islámicas que han establecido sistemas para hacer que el patrocinio de las personas vulnerables sea un esfuerzo muy fácil para nosotros.

FuenteAmmar Habib - Aboutislam
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