Mujer musulmana y emprendedora

Mujer musulmana en empresa tecnológica

Hace tan solo menos de una década, en 2014, que se bautizó el 19 de noviembre como el día de la mujer emprendedora con el fin de visibilizar a las mujeres en el ámbito de los negocios y romper con la desigualdad de género. Desde el consejo las Naciones Unidas se estableció esta fecha para reconocer el valor de las mujeres emprendedoras, contribuir al empoderamiento femenino y concienciar a la sociedad de las dificultades y los obstáculos que enfrentan las mujeres en su proceso de emprendimiento y la búsqueda de financiación para sus proyectos.

Si ya el hecho de ser mujer y entrar al mundo de los negocios es difícil en esta sociedad llena de desigualdades de género, más aún lo es para una mujer musulmana que desde Occidente siempre ha sido vista como una mujer oprimida y objeto de muchos prejuicios debido a su cultura y religión. Mujer, musulmana y empresaria, ¿es esto posible? Parece difícil, sin embargo, esto no significa que sea imposible. Desde el año 2000, en el mundo árabe las mujeres musulmanas han tomado conciencia de la importancia de la educación y que la formación profesional es clave para su empoderamiento y desarrollo personal. Actualmente, un 33 % de las empresas en EAU dirigidas por mujeres musulmanas generan más ingresos en comparación con las empresas en EEUU dirigidas por hombres.

Si queremos hablar de los progresos de la mujer musulmana podríamos empezar desde la misma Khadija, esposa del Profeta Muhammad (que la paz sea con él), que era comerciante y su historia inspira a muchas mujeres musulmanas a crear sus propios negocios. Actualmente, gracias a las nuevas tecnologías, muchas de las mujeres musulmanas aprovechan esta oportunidad de dominar las plataformas digitales para desarrollar pequeños proyectos de forma online que, poco a poco, crecen y llegan al éxito. Samira Negm es un claro ejemplo, una mujer egipcia empresaria creó un servicio de viajes llamado Rayeh que resuelve la congestión de tráfico y logra un transporte seguro. Según los estudios de la Corporación Financiera Internacional, en el Norte de África y Oriente Medio se encuentra el mayor número de mujeres empresarias.

A pesar de muchos de los progresos que ha habido en el mundo árabe, la lucha de la mujer musulmana no debe parar para así acabar con la desigualdad de género y la brecha salarial. Gracias al elevado deseo de empoderamiento femenino, han surgido numerosas asociaciones que se centran en la formación y ayuda a las mujeres musulmanas empresarias, entre ellas se encuentran Womena, la Fundación Cherie Blair o Entreprenelle, que tiene como objetivo educar y guiar a las mujeres empresarias y brindarles apoyo para un mejor desarrollo social.

Gracias a la conciencia sobre la importancia de la educación, hoy en día la mujer musulmana se encuentra en muchos sectores tales como la moda, hostelería, la economía y, aunque todavía con menor porcentaje, en la política. La lucha por la igualdad sigue en pie.

FuenteS. G.
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