La noticia de que el gobierno chino ha tomado medidas contra la minoría étnica de los uigures ha sido conocida desde hace años. A pesar del duro intento de los políticos chinos para desmentir estas afirmaciones, se sabía cómo el gobierno chino ha estado intentando hacer desaparecer las tradiciones culturales y religiosas de los uigures. Y para ello en más de una ocasión han violado los derechos humanos.
Esta semana la Unión Europea, en coordinación con EEUU, Reino Unido y Canadá, ha impuesto sanciones a altos funcionarios chinos. Estas son las primeras respuestas internacionales al problema conocido desde el año 2015. Las medidas incluyen la prohibición de los sancionados de entrar en la Unión Europea y la congelación de bienes y activos que tengan en la Unión Europea, según el comunicado del Consejo Europeo. Entre los sancionados se encuentra el director de la Oficina de Seguridad Pública de Xinjiang, el vicepresidente del Gobierno Popular en la Región Autónoma uigur, Mingguo Chen,y el secretario del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos de Xinjiang, Wang Mingshan.
Aparte también se han impuesto las sanciones en contra del secretario del Partido del Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang (XPCC), una organización económica estatal. Tras estas sanciones aprobadas por la Unión Europea, otros países como EEUU, Canadá o Reino Unido han tomado meditas similares.
A pesar de ser unas medidas un poco tardías, simbolizan el rechazo de la comunidad internacional a la violación de los derechos humanos por parte del gobierno chino en contra de los uigures. Los uigures son un grupo étnico de mayoría musulmán que viven en el norte de China, principalmente en la provincia de Xinjjiang, antiguamente conocida como Turquestán Oriental.
La opresión a los uigures empezó ya en el siglo pasado cuando el gobierno chino incentivo la migración a Xinjjiang a población del interior del país para imponer la cultura y la política del gobierno. Para el gobierno la cultura y la practica religiosa de la población uigur ha sido siempre una rebelión a sus directrices. En los últimos años se han agravado las medidas contra esta comunidad.
Para el gobierno chino, Xinjiang es una provincia de especial interés debido a que produce bienes con un valor estimado de 6.7 billones de dólares al año. Representa el 20% de la producción mundial de tomates para kétchup y es uno de ellos mayores productores de algodón, además de tener minas de gas natural, petróleo y carbono.
Hasta ahora la comunidad internacional ha evitado cualquier comentario sobre los hechos. Se desconoce cualquier acción por los países árabes. Para muchos países China representa un gran inversor y aliado al que no quieren irritar. Pero dichas ayudas economicas no justifican la inacción ante la violación de los derechos humanos fundamentales de la minoría étnica de los uigur.