En
el islam, el Corán y los libros más significativos están escritos
en árabe, pero no todos los practicantes entienden el árabe, lo
cual ha llevado a que muchos no comprendieran directamente lo que
leían y se basaran en traducciones o interpretaciones. Esto ha
provocado en muchas ocasiones que el conocimiento no estuviera al
alcance de todos.
Un ejemplo de ello se encuentra en el Sur de
Asia, en el Subcontinente Indio, donde este problema provoco que
hubiera diferentes interpretaciones y diferentes sabios que
interpretaban los textos de diferentes formas. Y había disputas por
cosas tan básicas en el islam como las posturas correctas del rezo o
algunos hechos ocurridos durante la época en la que vivió el
Profeta Muhammad (Hadices). Debido a esto había diferentes grupos de
sabios y los practicantes elegían a cuál de ellos seguir. Y la
disputa entre ellos era constante.
Pero en los recientes años
los avances tecnológicos y un mayor acceso a la educación han
llevado a que tengamos mejor acceso a las traducciones y estudios que
se realizan en los países árabes. Y esto está permitiendo
contrastar y corregir errores en la forma de practicar el islam por
diferentes creyentes en distintos países.
Sin duda esto nos
hace incidir en la importancia de la educación y de compartir y
enseñar el islam y hacerlo accesible para todas las personas.
Gracias a internet este trabajo se vuelve mucho más sencillo,
permitiendo comunicarnos con diferentes personas de distintas partes
del mundo y también asistir a la educación a distancia.
Asimismo
también conciencian a los practicantes del islam de la importancia
del conocimiento y de la comprensión de los textos que se leen y se
practican. Y de utilizar las nuevas tecnologías para ello.