
Comienzan los últimos diez días del mes de Ramadán. Mucho de lo que se podría hacer desde la adoración, pero no se hizo, ya no se puede recuperar. Pero aún queda algo de tiempo por delante. Estos son días de valor incalculable que sirven como salvación del fuego. Según los eruditos islámicos, en uno de los últimos 10 días caerá la noche más valiosa del año, la Noche del Poder y la Predestinación: Lailat-ul-Qadr.
El Sagrado Corán señala que esta noche es mejor y más valiosa que 1.000 meses.
Pero está oculta para nosotros, y es muy difícil saber exactamente cuándo tendrá lugar. Sin embargo, hay una salida. Si contamos cada noche como la Noche del Poder y la Predestinación y adoramos diligentemente, recibiremos la recompensa prometida por el Profeta Muhammad (PB).
¿Cuál es esta recompensa? Un hadiz confiable, citado por los imames Muslim y Al-Bujari, dice: “A quien esté en la vigilia de toda la noche en la noche de Lailat-ul-Qadr, sirviendo a Dios Todopoderoso con la fe de que Él lo recompensará por esto, Dios le perdonará todos sus pecados anteriores.”
Además, en la Noche del Poder y la Predestinación, el Señor acepta las oraciones de las personas. Cada uno de nosotros tiene sueños y deseos, necesidades y problemas, y la noche de Lailat-ul-Qadr es el mejor momento para acudir a Dios con una oración pidiendo por nuestras necesidades.
Esta es una oportunidad única para cumplir nuestros sueños y alcanzar nuestras metas anheladas, así que no dejemos pasar esta oportunidad. Tratemos pasar cada noche en adoración, realizando oraciones por el perdón de los pecados y recibiendo la misericordia del Señor.
El Creador Todopoderoso glorificó el mes de Ramadán en la Noche del Poder y la Predestinación (Lailat-ul-Qadr), y la Sura 97 del Corán está dedicada a esta noche tan venerada.
Con el paso de cada segundo de estos últimos días, sentimos que el mes de Ramadán terminará pronto, por lo que debemos darnos prisa para hacer el mayor bien posible. Es recomendable pasar estos días en adoración, repartiendo limosnas, recordando al Señor y realizando oraciones. Por las buenas obras realizadas en esta noche, la retribución aumenta muchas veces, así como también aumenta el castigo por los pecados.