En el mes sagrado del Ramadán, muchos de nosotros cambiamos por completo a un modo de existencia nocturno. Y, desafortunadamente, a menudo pasamos las noches de este hermoso mes no en una alfombra de oración, sino recorriendo la ruta del sofá-cocina.
Muchas personas toman el té y debaten en las redes sociales durante la noche. Así llega imperceptiblemente el tiempo de la oración del amanecer.
Nuestros ritmos biológicos naturales están completamente derribados, tenemos sueño todo el día, letargo, apatía, dolor de cabeza, que nos impiden concentrarnos en la adoración durante estos hermosos días de Ramadán.
El Dr. Hadi Jerdak, que se especializa en trastornos del sueño en el Hospital Medcare de Dubái, dice que el estrés y los constantes cambios de humor son las primeras señales de advertencia. Nuestro cuerpo dice: “¡Para, deja de torturarme, necesito un buen descanso!” Como subraya Jerdak, en el futuro de una persona que habitualmente no duerme por la noche, le esperan problemas de salud más graves y son inevitables.
“Su inmunidad caerá a cero, su riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares aumentará significativamente. Puede tener riesgo de diabetes tipo 2 si no aprende a dormir”, resume Hadi Jerdak.
¿Qué hacer, porque no quieres pasar todo el Ramadán acostado debajo de las sábanas? Planea adecuadamente la tarde y la noche, y así tendrás suficiente tiempo para dormir bien, para realizar oraciones adicionales y para leer libros, comer, beber té y hablar.
Simplemente vete a la cama temprano y programa la alarma a la hora en que necesita tener tiempo para cocinar algo ligero para el suhur y realizar algunas oraciones adicionales.
No es la cantidad lo que importa, sino la calidad
Un largo sueño de ocho horas en una habitación cargada y mal ventilada, e incluso con una luz de noche encendida, no te hará ningún bien. Las hormonas necesarias para nuestro cuerpo solo pueden producirse cuando dormimos en completa oscuridad.
Según la psiquiatra consultora Walida Abdul-Hamid de Dubai, para ajustar adecuadamente los ritmos biológicos del cuerpo, es muy importante acostarse y despertarse a la misma hora todos los días.
“Incluso en Ramadán, trata de no comer cantidades excesivas de alimentos antes de acostarte”, señala.
“Abandona por completo la comida rápida, los potenciadores del sabor y todo tipo de aditivos alimentarios, que pueden afectar en gran medida la calidad del sueño. Intenta aumentar la exposición a la luz solar por la mañana y disminuir la exposición a la luz artificial por la noche para ayudar a los ritmos naturales de tu cuerpo. Durante el Ramadán, trata de evitar los estimulantes como el café, los refrescos y el chocolate”, agrega Abdul-Hamid.