El Islam y la lucha contra la depresión

La depresión es uno de los trastornos psicológicos más prevalentes en la sociedad actual. Pero, ¿es posible que la solución a este problema haya estado frente a nosotros todo el tiempo, dentro del Islam? Vale la pena considerar cómo los psicoterapeutas tratan la depresión y cómo sus métodos se alinean con varias prácticas islámicas para tratar enfermedades espirituales.

El enfoque correcto para curar la depresión: Tazkiyah y medicina profética

En 2004, la Organización Mundial de la Salud declaró a la depresión la cuarta causa de sufrimiento humano y discapacidad detrás del cáncer, las enfermedades cardíacas y los accidentes de tráfico.

Predijeron que para 2020, la depresión ascendería al número dos. De hecho, la depresión alcanzó el número dos a fines de 2013 y en 2022 la depresión fue declarada la causa número uno del sufrimiento humano y de discapacidad. Los números están aumentando y no hay ningún grupo demográfico donde estén bajando. Cuando observamos la epidemiología, son las personas de 25 a 44 años las que representan el grupo más grande que padece depresión, pero el colectivo de más rápido crecimiento es el de sus hijos.

Esta es una de las cosas que preocupan profundamente a la sociedad. Ahora, cuando se ve a un menor de 14 o 15 años que ya sufre de depresión y muestra los signos y tiene los síntomas de esta enfermedad, eso es motivo de preocupación. Lo que es una base aún más fuerte para la inquietud es lo que sucederá dentro de diez años cuando este adolescente deprimido se convierta en padre.

Ahora contamos con estudios de tres generaciones que muestran con notable claridad que, de una generación a la siguiente, la depresión aumenta en prevalencia y gravedad.

Si bien muchos pueden creer que la medicación es la única solución, la investigación ha descubierto un enfoque más poderoso. La Terapia Cognitivo-Conductual es una forma de terapia que ha demostrado ser la más efectiva en el tratamiento de la depresión.

Aunque el término puede parecer un poco intimidante, la TCC es simplemente una forma de terapia de conversación que ayuda a las personas a manejar sus problemas al cambiar sus patrones de pensamiento y comportamiento.

Para obtener una comprensión más profunda de este concepto, profundicemos en las recomendaciones del Islam para quienes luchan contra la depresión. Estas pueden incluir:

– Cumplir con las obligaciones religiosas propias, como rezar cinco veces al día, asistir a la mezquita y socializar con los demás.

– Desarrollar una rutina constante de realizar buenas obras, como dhikr; salawat abundante; recitar el Corán y contemplar la creación de Dios (taddabur).

– Hacer súplicas (du’a) que inspiren la visualización de los resultados deseados; y fomenten la esperanza y el optimismo para el futuro. El pensamiento positivo, un componente clave de la du’a, es a menudo un aspecto fundamental de las terapias cognitivas.

– Reconocer la influencia de Shaitan en las acciones y el proceso de pensamiento de uno y distanciarse de las influencias negativas buscando protección a través de du’as y la realización de buenas obras. Por ejemplo, pedirle protección a Dios cada vez que surjan pensamientos negativos y abstenerse de insistir en estos pensamientos, que es igualmente un componente clave de la TCC.

La ciencia islámica de la purificación del alma —o tazkiyah —ofrece un enfoque holístico y completo para curar la depresión. Si bien la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) es ampliamente reconocida como un tratamiento efectivo, los principios y prácticas que abarca han estado presentes en la tradición islámica durante siglos.

Ait Mohammed Moloud, un psiquiatra y autor musulmán francés, destaca en su libro “Enfermedades psicológicas”, que una proporción significativa de los pacientes que trató tenían problemas relacionados con los yinn. Esto ilustra aún más las limitaciones de la psicología moderna, que no logra comprender completamente las complejidades del alma y el mundo invisible.

Por el contrario, la tazkiyah y la medicina profética ofrecen una comprensión más completa del alma y su conexión con la salud mental.

El Islam como Escudo Contra la Depresión: Una Perspectiva Científica y Espiritual

Según la investigación del Dr. Michael Yapko, existen cinco factores de riesgo clave que se asocian comúnmente con la depresión:

– orientación interna;
– decisiones generadoras de estrés;
– rumiación sobre eventos negativos y pasados;
– procrastinación y falta de objetivos; y
– expectativas irrealistas.

Sin embargo, el Islam ofrece un sistema único de normas y orientación que puede contrarrestar de manera efectiva estos factores de riesgo y proteger a los creyentes de caer en la depresión.

El Dr. Yapko define la orientación interna como la tendencia a confiar únicamente en los propios sentimientos y perspectivas al tomar decisiones, lo que puede llevar a exagerar la realidad y dificultar la comprensión de lo que es verdaderamente real. Para combatir esto, recomienda la práctica de la flexibilidad cognitiva, que implica entrenarse para considerar múltiples explicaciones de los eventos.

Por ejemplo, una persona que sufre de orientación interna puede creer que la razón por la que una persona no responde a su mensaje es un desaire personal, lo que le lleva a tener pensamientos negativos. Con la flexibilidad cognitiva, reconocerían que podría haber otras explicaciones para la situación y evitar sacar conclusiones negativas.

El Dr. Yapko también arroja luz sobre el impacto perjudicial de las decisiones que provocan estrés en la salud mental. Aquellos que luchan contra la depresión tienden a llevar un estilo de vida difícil y poco saludable como resultado de decisiones impulsivas generadas por las emociones en lugar de la lógica. Esto está estrechamente relacionado con el tema de la orientación interna, ya que las personas se inclinan a tomar decisiones que crean y agravan el estrés en lugar de aliviarlo. Esto generalmente se debe a la falta de pensamiento racional.

El Islam es una guía invaluable para los creyentes en la navegación por las complejidades de la vida. Proporciona un marco para hacer juicios sensatos y desarrollar la flexibilidad cognitiva. Las enseñanzas de Dios, tal como se describen en el Corán, alientan a los seguidores a basar sus decisiones en principios en lugar de emociones; y abordar los desafíos con esperanza y optimismo y a tener una buena opinión de Dios.

Uno de los aspectos clave del Islam es el énfasis en someterse a la guía y las normas de Dios, incluso si hacerlo puede ser difícil.

Esto se ejemplifica en el siguiente verso:

“Y no Hemos enviado Mensajero alguno sino para que sea obedecido, con el permiso de Dios. Si, cuando fueron injustos consigo mismos, hubieran venido a ti y hubieran pedido el perdón de Dios y el Mensajero hubiera pedido perdón para ellos, habrían encontrado a Dios perdonador y misericordiosísimo con los creyentes. Pero no. Juro por tu Señor que no creerán hasta que no te hayan hecho que juzgues sobre lo que disputan entre ellos. Entonces ya no encontrarán en sus almas como escapar de tu veredicto y se someterán plenamente.” (Corán, 4:64-5)

El Islam también alienta a evitar las suposiciones negativas, la sospecha y la desconfianza. Esto se resume en el siguiente verso:

“¡Oh, creyentes! ¡Absteneos mucho de las dudas! En verdad, algunas dudas son pecado. Y no os espiéis ni os difaméis unos a otros. ¿Acaso alguno de vosotros quiere comer la carne de su hermano muerto? ¡Lo aborreceríais! Y sed temerosos de Dios. En verdad, Dios acepta el arrepentimiento; es misericordiosísimo con los creyentes”. (Corán, 49:12)

Esto promueve una mentalidad saludable, libre de pensamientos y emociones negativas que pueden conducir a la depresión. Estos dos importantes principios islámicos ayudan en gran medida a prevenir los dos primeros factores clave destacados por el Dr. Yapko.

El Islam, a través de la creencia en Qadr (preordenamiento divino), ofrece una poderosa solución al tercer factor que la investigación del Dr. Yapko identifica como un factor de riesgo para la depresión, es decir, la tendencia a reflexionar sobre eventos pasados y futuros.

Un verdadero creyente no se preocupa por el futuro y no pierde el tiempo revolcándose en el remordimiento por decisiones o eventos pasados. Entiende que pensar demasiado en las cosas no cambiará ni el pasado ni el futuro. A través de su creencia en Qadr, los creyentes aprenden el concepto de tawakkul (confianza en Dios), por el que confían en la bondad de Dios, incluso en circunstancias que pueden parecer difíciles.

El Profeta (PB) dijo:

“Los caminos de un creyente son extraños, porque hay bondad en cada asunto suyo. Este no es el caso de nadie más, excepto el de un creyente. Si tiene una ocasión para sentir deleite, agradece (a Dios). Por lo tanto, hay algo bueno para él en ello. Y si se mete en problemas y muestra resignación y los soporta con paciencia, hay algo bueno para él en ello”. (Sahih Muslim, 2999)

Para deshacerse del ciclo de rumiación, el Dr. Yapko ofrece una solución: transformarlo en una acción significativa y productiva. Este concepto, una vez más, se hace eco de las enseñanzas del Islam, donde se anima a los creyentes a tomar una decisión a través de la oración de consulta (salat al-istijarah) y poner su fe en Dios.

“En verdad, por una misericordia de Dios, fuiste blando con ellos, pues, si hubieras sido seco y duro de corazón, rápidamente se habrían apartado de ti. Por tanto, perdónales y pide el perdón para ellos y consúltales en el asunto. Después, cuando tomes una decisión, confía en Dios. En verdad, Dios ama a los que confían en Él”. (Corán, 3:159)

El Islam no solo promueve la acción decisiva, sino que también fomenta la búsqueda de hábitos y objetivos saludables para evitar las trampas de la procrastinación y la falta de objetivos. Por el contrario, aquellos que no siguen este principio pueden recurrir al escapismo y buscar refugio en mecanismos de afrontamiento peligrosos como la adicción a las drogas o el alcohol u otras, que solo exacerba su depresión.

¿El Islam también ayuda a prevenir expectativas poco realistas, el último factor destacado por el Dr. Yapko?

Hagamos una pausa y consideremos la fuente de las expectativas poco realistas. Las personas albergan expectativas poco realistas porque depositan su confianza en cosas y personas distintas de Dios. Por el contrario, aquellos que confían sus esperanzas a Dios y se someten a Su voluntad son inmunes a la decepción. Entienden que el conocimiento y la sabiduría superiores de Dios Le convierten en el máximo tomador de decisiones.

Cuando dependemos de las cosas mundanas para nuestras expectativas, corremos el riesgo de ser decepcionados o sobrevalorar estas cosas. Pero con Dios como nuestro ancla en esta vida, tales dudas son inexistentes. Porque Dios es infalible, incapaz de fracasar y todopoderoso.

Un musulmán devoto que abraza y practica las enseñanzas del Islam tiene todo lo que necesita para combatir y superar eficazmente la tristeza y la depresión. Aunque algunos musulmanes pueden sufrir pérdida de fe y depresión, esto no se debe al Islam, sino a su ausencia en sus vidas.

Es hora de que el mundo moderno despierte y busque la redención. En lugar de depender de costosas investigaciones académicas, que generalmente son impredecibles, volvamos a la sabiduría eterna y perfecta del Islam.

FuenteHud Lesprit - muslimskeptic.com
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