Abu Said al-Judri (ra) narró que una vez el Mensajero de Dios (PB) preguntó a sus compañeros: “¿Alguno de vosotros podría leer un tercio del Corán por la noche?” Esto les pareció difícil, y dijeron: “¿Quién de nosotros es capaz de tal cosa ¡Oh Mensajero de Dios (PB)!?” Entonces, el Profeta (PB) dijo: “Di: “Él es Dios, Uno. Dios, Eterno. No ha engendrado ni ha sido engendrado y no hay otro semejante a Él” (es decir, la Sura Al-Ijlas). Este es el tercio del Corán” (Bujari, Muslim, Ahmad, Tirmidhi).
Sahl bin Muaz ibn Anas (ra) narró, de su padre, que en una ocasión el Mensajero de Dios (PB) dijo: “Al-lah construirá un palacio en el Paraíso para quien lea diez veces hasta el final “Di: “Él es Dios, Uno …” (es decir, la Sura Al-Ijlas)”. Luego, Umar bin al-Jattab (ra), que escuchó estas palabras, exclamó: “¡Entonces trataremos de leer esta sura tanto como sea posible, ¡Oh Mensajero de Al-lah (PB)!” a lo que el Profeta (PB) respondió: “Y Al-lah te concederá algo más grande y mejor” (Ahmad).
Abdullah bin Buraidat (ra) narró, de su padre, que una vez el Profeta (PB) escuchó a un orador que recitó lo siguiente en oración: “¡Oh mi Señor! En verdad te pido porque Tú eres Al-lah, y no hay deidad sino Tú, el Uno, el Eterno, Que no ha engendrado ni ha sido engendrado; y no hay otro semejante a Ti”. Entonces el Mensajero (PB) dijo: “Juro por Aquel en Cuyo poder está mi alma, que él pidió a través del gran nombre de Al-lah, Quien, cuando se Le pide, da, y cuando Le rezan responde a las oraciones” (Tirmidhi).
Anas (ra) narró que había cierto hombre de Ansar que dirigía la oración en la mezquita de Al-Kuba. En la oración, siempre comenzaba recitando la Sura Al-Ijas y luego recitaba otra sura, e hizo esto en cada rakah … Cuando fue informado de esto, el Profeta (PB) preguntó: “¡Oh tal y tal! ¿Qué te llevó a recitar esta sura en cada rakah?” Él respondió: “Me encanta esta sura”. Entonces, el Profeta (PB) dijo: “Tu amor por ella te llevará al Paraíso” (Bujari).