El Profeta Muhammad (PB) dijo:
“Cierta mujer irá al infierno porque mató de hambre a un gato atándolo. No lo alimentó ni lo soltó para que buscara su propia comida”. (Jamiul-ahadis, no. 14085).
Los animales en cautiverio están indefensos y dependen completamente de los humanos. Según la Sharia, quienes adoptaron a los animales para sí mismos están obligados a cuidarlos, darles comida y bebida, brindarles asistencia médica oportuna y, si es necesario, buscar la ayuda de los veterinarios.
La compasión y la preocupación por los demás es un precepto del Islam, y también se aplica a los animales. En el Islam, existe el tayamum, una ablución ritual con tierra, que se realiza si no hay agua. Tiene muchas condiciones, una de las cuales es si no hay más agua que la necesaria para nuestros animales domésticos, esta agua no se puede usar para la ablución y es necesario entonces realizar tayamum, es decir, hacer abluciones con tierra.
A veces, en las tiendas de mascotas o en los mercados avícolas, los animales se mantienen en condiciones crueles e inapropiadas. Los dueños de tiendas de mascotas y los vendedores de seres vivos deben ser conscientes de que el Día del Juicio deberán dar cuenta estricta de las condiciones en las que mantuvieron a los animales indefensos y si les causaron sufrimiento.
El Mensajero de Dios (PB) dijo:
“A los que no muestran misericordia hacia las criaturas del Todopoderoso, Dios tampoco mostrará misericordia hacia ellos” (“Sahihul-Bukhari”, no. 5538).
Es preciso ser misericordioso y amable con los seres vivos que uno tiene bajo su cuidado porque es responsable de ellos.