La vida de una persona nunca es monótona, la alegría da paso a la tristeza, la paz mental a la ansiedad. En algún momento tenemos éxito en los negocios y asuntos de la vida y, a veces, experimentamos dificultades. Para que podamos soportar con dignidad todas las vicisitudes del destino, el Señor nos da recomendaciones en Su Revelación.
El Sagrado Corán explica que nada en este mundo sucede sin la voluntad de Dios, que la misericordia del Altísimo es incomparablemente más grande que cualquier dolor, y que es necesario encontrar consuelo confiando en el Creador. La paz y la tranquilidad se asientan en el corazón de quien lee las aleyas del Corán. Mencionamos aquí 6 de estas aleyas del Libro Sagrado.
1. Buscad ayuda en la paciencia y en la oración. En verdad, la oración es una carga pesada, excepto para los que son humildes. (2:45)
2. Y no desfallezcáis ni os apenéis pues, si tenéis fe, seréis los vencedores. (3:139)
3. Y os pusimos a unos como prueba para los otros ¿Seréis pacientes? Y tu Señor todo lo ve. (25:20)
4 y 5. (Una recitación) portadora de buenas nuevas y de amonestación. Pero la mayoría de ellos se alejan y no escuchan. Y dicen: «Nuestros corazones están velados de aquello a lo que nos invitas, nuestros oídos están sordos y hay una barrera entre nosotros y tú. Así pues, ¡Actúa que nosotros también actuaremos! (41:4-5)
6. Dios no obliga a una persona más allá de lo que le otorga. Tras la dificultad Dios pronto os dará la facilidad. (65:7)