La celebración del Ramadán propicia un encuentro entre distintas confesiones La capital malagueña se consolida como un símbolo de tolerancia, diversidad y pluralidad de etnias, culturas y religiones.
Así lo demuestran actos como el celebrado ayer en la Mezquita Al Ándalus, en el que la comunidad musulmana congregó a representantes de las religiones judía y cristiana para hacer juntos la ‘ruptura del ayuno’, una ceremonia que los musulmanes celebran cada día del mes del Ramadán al ponerse el sol.
Además de representantes y miembros de las tres religiones, a este acto organizado por el Centro Cultural Islámico de Málaga, la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes y el Foro de Pluralismo Religioso del Ayuntamiento, acudió también el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, junto a los representantes municipales Raúl Jiménez y Julio Andrade.
El objetivo principal de esta celebración, que este año cumple su segunda edición, es «reflejar la diversidad de culturas y religiones que existen en Málaga y demostrar la buena convivencia entre todas ellas», tal y como expuso el vicepresidente de la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, Ahmed Khalifa.
Tras un recorrido por las instalaciones de la Mezquita –la cuarta más grande del país– los representantes de las distintas comunidades religiosas participaron en una mesa redonda sobre la convivencia de las diferentes religiones, en general, y sobre el mes del Ramadán, en particular.