Shirin Musa, es una activista neerlandesa, de origen pakistaní, fundadora de la ONG Femme For Freedom. Ella y su ONG trabajan para asistir a las mujeres que son víctimas de cautiverio marital. En su gira por España, compartió con nosotros su historia y su trabajo.
Shirin Musa vino a Europa, junto a su familia, cuando tenía solo meses. Creció en una familia practicante islámica y con valores pakistaníes. A la edad de 23 años se enamoro de un hombre pakistaní y se caso con él. En una primera instancia, por el registro civil y, posteriormente, por el método religioso. Pero a los pocos años, después de mucho sufrimiento, el hombre decidió divorciarse de ella, y se divorció por el registro civil, pero no quiso divorciarse por el método islámico.
Debido a ello Shirin, a pesar de estar divorciada según la ley holandesa, no podía casarse o avanzar con su vida, debido a que según la ley islámica y ojos del entorno pakistaní seguía casada. Vivía en un estado de cautiverio marital. Y ello le llevo a estudiar la carrera de derecho y a luchar por su caso en los juzgados holandeses. Obteniendo, un veredicto favorable a su favor, siendo reconocido la causa de cautividad marital por primera vez en un tribunal.
Tras ganar su caso, Shirin se dio cuenta que su lucha contra el cautiverio marital era una lucha de muchas otras mujeres, por ello fundo el ONG Femme For Freedom. Desde la ONG luchan contra el cautiverio marital además de los problemas de matrimonio forzado y de integración social de las familias musulmanas en Europa. Desde la ONG han conseguido que se incorpore en la ley holandesa el concepto de cautiverio marital, siendo así el primer país del mundo en reconocerlo.
Shirin en su entrevista habla sobre como en estos casos se mezcla los valores culturales y religiosos. Donde los padres muchas veces, por miedo y otras por desconocimiento, confunden la adaptación cultural con rechazo a los valores de la familia. Y confunden los valores culturales con el legado y la enseñanza religiosa.
Shirin al ser preguntada sobre los objetivos de su ONG, decía “Queremos que las mujeres podamos ejercer nuestros derechos humanos de forma plena, decidir sobre nuestros cuerpos, sobre nuestros afectos, sobre nuestro dinero. Es decir, se trata de emanciparse.” Añadía “Este problema no es de las musulmanas o de los inmigrantes, es un problema neerlandés, español y europeo, porque aquí afecta a las mujeres europeas, mujeres que se sientes identificadas como europeas y deben ser protegidas”.
Insiste en que quiere que se reconozcan estos problemas a nivel europeo y, por tanto, que sean problemas que el estado y las autoridades puedan y sepan tratar, y no sean problemas desconocidos. También insiste, en que se esta avanzando cada vez más hace a un mundo donde las mujeres conocen sus derechos y saben diferenciar entre los valores puramente religiosos y otros culturales o étnicos. Pero queda mucho camino por delante y debe ser una lucha de todos hacia un mundo mejor.