Encontrar evidencias del pasado siempre resulta apasionante para los arqueólogos, sobre todo cuando se trata de algo inesperado. Eso es lo que ha ocurrido en Zaragoza al grupo de expertos que realiza excavaciones arqueológicas en un solar de la calle de José Luis Pomarón, donde ha aparecido por sorpresa un nuevo barrio de la ciudad musulmana, según recoge el Heraldo. Si bien era sabido que esta ciudad iba más allá del perímetro amurallado de la ciudad romana, delimitado por el Coso, los investigadores no esperaban encontrar restos de urbanización de época musulmana a la derecha del río Huerva.
La excavación, dirigida por los arqueólogos José Luis Cebolla y Francisco Javier Ruiz, se está llevando a cabo en un solar de unos 4.000 metros cuadrados donde la empresa Gestión Común está construyendo un bloque con 68 viviendas, 105 garajes y 69 trasteros. Las obras del edificio no se han paralizado y continúan en otra parte del solar que no está afectada por las investigaciones arqueológicas.
Las investigaciones en esta zona comenzaron en enero de 2024, cuando aparecieron treinta esqueletos durante los trabajos de vaciado del solar. Después de que la Policía Nacional y la Diputación General de Aragón (DGA) confirmaran que eran restos antiguos, se ordenó realizar pruebas arqueológicas que resultaron positivas.
Se llegó a la conclusión de que eran esqueletos musulmanes y una necrópolis islámica por la forma en que los cadáveres estaban enterrados, en posición de decúbito lateral, y su orientación, ya que todos se encontraban mirando hacia La Meca.
Aquel descubrimiento fue la primera sorpresa, porque la zona está fuera del área delimitada del conjunto histórico. «Con carácter previo a las obras que se hacen en la zona del Casco Histórico, se deben hacer sondeos para ver si hay restos arqueológicos. Aquí no se hicieron porque quedan fuera de esta zona y no se esperaba que apareciese nada», explicó en Cope el jefe de sección de Prevención del Patrimonio Cultural, Paco Romeo, después del descubrimiento.
¿Cómo era Saraqusta?
Saraqusta, la Zaragoza musulmana, fue una de las principales ciudades de la Península Ibérica bajo la dominación musulmana. Tuvo una gran relevancia y poder durante el periodo en el que fue una taifa independiente, tras la desintegración del califato de Córdoba, y hasta 1110, cuando fue conquistada por los almorávides.
Conocida como Medina Albaida o ciudad blanca gracias a sus murallas, a los encalados y al mármol de palacios y edificios, fue un gran centro económico. Asimismo, acogió a prestigiosos filósofos, poetas, artistas, científicos y médicos que posicionaron a la ciudad como una de las más destacadas de toda Europa a nivel cultural.
En sus momentos de mayor extensión, se estima que la Zaragoza islámica llegó a alcanzar los 50.000 habitantes, aunque recientemente se ha considerado que esta cifra podría ser menor. Sus dimensiones tampoco están del todo claras, pero se sabe que era una ciudad de gran magnitud, lo que explicaría por qué la mezquita mayor llegó a medir 54 por 86 metros y fue una de las más grandes de todo al-Ándalus.