La shebakia, es uno de los dulces míticos del mes de Ramadán. Un elaborado y exquisito dulce, que compagina a la perfección con la harira (sopa marroquí) salada.
Aunque pueda parecernos, que la shebakia ha estado siempre presente en la repostería marroquí, nos tenemos que remontar a la expulsión de los andalusíes musulmanes y judíos por parte de los reyes católicos, para encontrar su presencia en Marruecos. Si bien los andalusíes exportaron este delicioso dulce a Marruecos, su llegada a España la hallamos en la migración de árabes y otomanos de Oriente Medio a poniente.
La base de este dulce consiste en harina, a la que se le añade sésamo, almendra, aceite, mantequilla, agua de azahar y azafrán. Una vez mezclados los ingredientes se obtiene una masa que se corta en tiras alargadas y se le da forma entrelazando dichas tiras, de ahí el nombre de shebakia (entrelazada), por el que generalmente se conoce al dulce, aunque recibe distintos nombres en las distintas ciudades de Marruecos. Finalmente, la shebakia se fríe en abundante aceite, se baña en miel con azahar y se espolvorea con sésamo o almendras.