El esplendoroso legado de los almohades en Sevilla

La capital hispalense es rica en arte, arquitectura y tradiciones, entre otras cosas, gracias a la confluencia de diferentes culturas que tuvieron gran peso social. Una de ellas fue el imperio almohade, dinastía bereber marroquí que dominó el norte de África y el sur de la península ibérica desde 1147 a 1269.

La ciudad aún guarda numerosos secretos que pertenecen a «los que reconocen la unicidad de Dios». Por ello, la empresa de rutas culturales «Sevilla Mágica y Eterna» organiza el recorrido «El Esplendor de la Sevilla Almohade. La Sevilla musulmana del siglo XII y la primera mitad del siglo XIII», con el que se saca a la luz el legado que los almohades le dejaron a la capital de Andalucía.

En esta ruta, los expertos tratan de poner en valor un periodo histórico de gran relevancia. «Aunque a nivel de Al-Andalus el imperio almohade tuvo una menor importancia, fue una época crucial para la ciudad de Sevilla, que llegó a sustituir a la antigua ciudad de Marrakech como la capital de un imperio que comprendía el propio Al-Andalus y el norte de África. Precisamente es a esta etapa a la que pertenecen la mayoría de los monumentos y restos arqueológicos musulmanes que se conservan en la ciudad hispalense», indica Inmaculada Mansilla, responsable de «Sevilla Mágica y Eterna».

Así, los visitantes descubren multitud de curiosidades, entre las cuales cabe destacar las historias que hacen referencia al puente de barcas, mandado a construir en el año 1171 por el califa almohade Abu Yaqub Yusuf, así como la historia de la mezquita Aljama y su antiguo alminar.

Y es que la historia de este imperio, aunque no es excesivamente extensa, es muy importante por todo lo que consiguieron. En este sentido, se compone de tres fases principales, la primera de expansión que comprende los años 1117 al 1163 y que duró hasta la muerte del primer califa; la segunda tiene que ver con el apogeo de los almohades, entre los años 1163 y 1199; y, por último, una tercera de decadencia que será entre los años 1199 y 1268, hasta su desaparición.

FuenteABC
Artículo anteriorMusulmanes de Cataluña buscan zonas de entierro para musulmanes en los cementerios
Artículo siguienteCharles Michel propone crear un Instituto Europeo de formación de imames