Ubicada en el norte de Marruecos y sobre las laderas del Rif, Tetuán es la ciudad con más rasgos andalusíes de Marruecos. Fue capital del protectorado español a principios del siglo XX y se la conoce con el apodo de “Paloma Blanca” debido al encalado de su medina y el tono de los edificios españoles del siglo XX.
Se trata de una ciudad muy frecuentada por el turismo internacional que se ha construido una imagen de ciudad cosmopolita. Si te gustaría visitar Tetuán en tus próximas vacaciones, para no perderte nada te proponemos un sencillo recorrido por sus calles.
La medina de Tetuán guarda un encanto único que la convierte en una visita ineludible. Fabricada en ladrillos, sillares y cal conserva su fisonomía y la arquitectura por la que fue declarada en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La muralla resguarda los cinco barrios que la componen: al-Ayun, Trankats, al-Balad, Souiqa y Mellah. Con un perímetro amurallado de cinco kilómetros, se abrieron siete puertas que permanecían cerradas por motivos de seguridad al caer la noche.
Estas murallas protegían la antigua medina, sus tranquilas plazas y sus calles estrechas y largas. En la actualidad, merece mucho la pena realizar un recorrido por sus bulliciosas y sinuosas calles repletas de tiendas y cafés así como de rincones con mucho encanto.
Uno de los epicentros de Tetuán es la plaza de Hassan II (antiguamente conocida como plaza de España en la época del protectorado), punto de encuentro entre la medina y el ensanche. Esta se encuentra presidida por el palacio real, de estilo hispano-musulmán y está rodeada de otros importantes monumentos como la mezquita del Pachá Ahmed ibn Ali al-Rifi y dos zawiyas con alminares decorados.
Junto al palacio real, el arco Bab Ruad nos conduce a los zocos a través de la calle Tarrafin, una de las principales vías de la ciudad que está llena de comercios de telas y joyerías.
Al final de esta calle llegaremos a la plaza Suq al-Hut, que actualmente alberga mercadillos de tejidos y telas pero antaño fue la plaza del pescado. Desde aquí se divisan las murallas almenadas y las torres de la antigua Kasba de Sidi Ali al-Mandri.
Por la calle Kasdarin se entra a la plaza Ghersa al-Kebira, una de las más amplias de la medina de Tetuán y en donde se pueden hallar puestos de antigüedades y de ropa de segunda mano. En torno a ella se sitúa un antiguo funduq (una fonda para el descanso de comerciantes y camellos) y la madraza Lucas que data del siglo XVIII.
Desde esta plaza podemos acceder a la calle Mqaddem, que nos lleva a la Mezquita de Lucas conocida por su alminar de color blanco. Siguiendo el recorrido se entra en la plaza Suq al-Fuqqi, desde donde se puede contemplar el alminar de la mezquita Sidi Ali Barak, el cual está decorado con azulejos policromados.
Siguiendo el laberinto de calles se llega hasta la calle Mtammar, en cuyos extremos dos puertas de hierro cierran el acceso a las mazmorras donde encerraban a los cautivos cristianos. En sus proximidades se sitúa la plaza al-Wissa’a, cuya fuente es una de las más armoniosas de la medina, y que da acceso al barrio al-Balad, el más aristocrático y señorial de Tetuán.
Andando por la calle Siyaghim nos encontramos con el mausoleo de Sidi Ali Ben Raysoun, célebre por su minarete octogonal revestido por azulejos que forman rombos. En la medina de Tetuán también conviene visitar su esplendorosa Gran Mezquita, la más grande de todas. Su alminar puedo contemplarse desde cualquier lugar de la medina y es de tipo alauita. Al igual que sucede con casi todas las mezquitas marroquíes, la Gran Mezquita de Tetuán tampoco pueden visitarla los no musulmanes.
Tetuán fue la capital del Protectorado Español en el norte de África hasta 1956. Es por ello que en el ensanche de la ciudad se pueden observar vestigios de esa época como por ejemplo la iglesia de Nuestra Señora de la Victoria (1919) en la plaza de Moulay El Mehdi o la interesante aquitectura colonial.
Cada uno de los edificios coloniales de Tetuán presenta fachadas y balconadas ligeramente diferentes pero todas se caracterizan por su color blanco combinado con el color verde típico de Tetuán.
Más huellas del pasado español de Tetuán se pueden encontrar junto a la plaza del Palacio Real, donde verás el Teatro Español, uno de los iconos del Barrio Español de Tetuán recientemente restaurado.
Otros lugares imprescindibles son el antiguo Casino Español (años 20) la Biblioteca General y Archivos de Tetuán (años 30).
Tetuán, una joya del arte islámico
Ubicada en el norte de Marruecos y sobre las laderas del Rif, Tetuán es la ciudad con más rasgos andalusíes de Marruecos.