Destacadas organizaciones y activistas de derechos humanos han acusado a las autoridades saudíes de utilizar el Hayy y la Umrah como herramienta de represión y una forma de castigar a los opositores políticos.
Los signatarios de una declaración incluyen la Organización Sanad, CAGE, el Centro Internacional para la Justicia, el Foro de Académicos, la Comunidad de Académicos Tunecinos y el Instituto de Asuntos del Golfo.
Señalan que muchos activistas, políticos y académicos de diferentes países musulmanes no pueden realizar los rituales del Hayy y la Umrah, mientras que algunos son engañados para que ingresen al país solo para ser desaparecidos por la fuerza o entregados a otros países represivos que infringen sus libertades.
Los signatarios dicen que todo musulmán tiene derecho a realizar las peregrinaciones y ningún estado nacional debería poder detenerlas.
Dicen: “También llamamos a todos los eruditos del mundo islámico, las instituciones académicas, las organizaciones de derechos humanos y todos los musulmanes del mundo a recordar al gobierno saudí su deber hacia los Lugares Sagrados y sus visitantes, e informarles explícitamente que deben permitir que todos los musulmanes los visiten así como velar por su seguridad. Este es un derecho legítimo y un deber impuesto que debe aplicarse al máximo y sin discriminación ni sesgo político”.
“Y deben dejar en claro que estas prácticas injustas y violaciones pecaminosas son una traición al pacto de Dios y recordarles la necesidad de que cumplan con este deber y con sus obligaciones y detengan todo lo que perjudique a quienes van a los Santos Lugares”.