
Turquía, Pakistán, Irán, Jordania, Kuwait encabezan las quejas de Estados musulmanes que denuncian de manera muy agria la nueva política de Emmanuel Macron, atizando el boicot contra los productos franceses en Oriente Medio.
Más de cuatrocientas agencias de viajes de Kuwait han decidido boicotear el turismo musulmán de todos los países del Golfo de cara a París y la Costa Azul, anulando todas y cada una y cada una de las reservas previstas para las próximas semanas.
En Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se multiplican las quejas y llamamientos al boicot de los productos agroalimentarios franceses. La Universidad de Qatar ha decidido «aplazar sine sine» una semana cultural francesa, en señal de protesta diplomática.
Turquía y Pakistán acudieron los primeros países institucionalmente musulmanes que protestaron y organizaron manifestaciones de quejas. En medio el homenaje nacional a Samuel Paty (1973 – 2020), el profesor decapitado por un musulmán ruso / checheno, Emmanuel Macron aseguró su nueva política en contra de la barbarie islamista, anunciando que en Francia seguirían publicándose caricaturas de Muhammad, si es que lo consideraban preciso periodistas o publicaciones francesas.
A las pocas horas de esa declaración de inicios («seguiremos publicando caricaturas») el presidente turco trató de loco al presidente de Francia. Un jornada luego, volvieron a multiplicarse las manifestaciones de queja musulmanas en todo Oriente Medio, acompañadas del boicot contra productos franceses.
El portavoz de una facción islamista de la diáspora palestina ha declarado a varias cadenas de radio y televisión francesas: “Somos muchos de millones de musulmanes, en todo el plantea, que protestamos contra las ofensas y blasfemias en contra de Muhammad”.
No todos y cada uno de los países árabes/musulmanes se han sumado al boicot y quejas contra Francia. Marruecos, Túnez y Argelia no participan oficialmente en las quejas. Pero el boicot de los mayores países musulmanes tienen proporciones inflamables.