Gran
parte de los católicos de Gaza pasan la Navidad en el enclave,
separados de sus familias fuera de la franja, tras recibir escasos
permisos de Israel para celebrar las fiestas en Belén (en
Cisjordania ocupada) y Jerusalén.
«La atmósfera festiva
es incompleta porque no obtuve el permiso para viajar de Gaza a
Belén», lamenta a Efe Samah Hilal, a las puertas de una de las
pocas iglesias en la franja, y explica que ningún miembro de su
familia consiguió la autorización de Israel para viajar a la ciudad
cisjordana, cuna del cristianismo.
Musulmanes
festejan con ellos
Amal
Michael, gazatí católica de 50 años, tampoco obtuvo el permiso
para trasladarse a Belén, donde viven sus hijos y nieto, a quienes
no ve desde hace tres años y expresó sus emociones a Efe: «Es
muy difícil y muy triste, Navidad sin la familia unida no es
Navidad».
Samah, sin embargo, celebra que musulmanes del
enclave festejen junto a ellos y considera que el clima navideño en
Gaza es «hermoso»: «Ofrecemos chocolate y galletas a
nuestros invitados, visitamos parientes y amigos y vamos a la
iglesia».
Otra familia que se vio privada de acudir a la
gran celebración que tiene lugar año a año en Belén, donde
cristianos de todo el mundo acuden para visitar la Iglesia de la
Natividad, es la de Siham Ayad, que recibió a Efe en la casa
familiar en Gaza Capital.
Siham, que vive con su marido en la
ciudad Cisjordana de Tulkarem y vino a visitar a su hijo Rami a Gaza,
explica que de todos los permisos que solicitó su familia para
viajar y celebrar todos juntos, el único al que se le concedió fue
a su nieto Zain, de tres años y medio. «Es ilógico e
irracional. ¿Cómo puede un niño de tres años y medio ir solo a
Belén?», señala, sentada junto a un árbol de Navidad decorado
con luces y guirnaldas.
Derechos
de los ciudadanos
Rami,
padre de Zain y que trabaja en una iglesia de Gaza, también expresó
su malestar por no haber obtenido autorización para celebrar en
Belén y apunta que «la presencia de la ocupación (Israel) ha
contribuido a la disminución de los derechos de los ciudadanos, que
no pueden vivir con dignidad».
Tras las quejas por parte
de los líderes cristianos en Tierra Santa, el COGAT, institución
militar israelí que gestiona la ocupación, informó a comienzos de
esta semana que se otorgarían permisos de entrada a gazatíes para
Jerusalén y Cisjordania «de acuerdo a las evaluaciones de
seguridad y sin consideración a la edad» de los
solicitantes.
Sin embargo, de las 600 peticiones recibidas,
tan solo 55 fueron otorgadas, según informó a Efe Kamel Ayad,
portavoz de la Iglesia ortodoxa de Gaza, que enfatizó que cada año
«500 cristianos van a Cisjordania y Jerusalén para las
celebraciones de Navidad».
El número de cristianos en
Gaza se ha reducido notoriamente en los últimos años, pasando de
ser una comunidad de cinco mil en 2007, cuando el movimiento
islamista Hamás tomó el control e Israel impuso un bloqueo que aún
mantiene, a tan solo alrededor de mil en la actualidad.
Navidad en Gaza
Samah celebra que musulmanes del enclave festejen junto a los católicos y considera que el clima navideño en Gaza es "hermoso"