Stéphanie Kurlov, la bailarina con velo, cumple su sueño con la punta de los pies

Dotada de una gracia etérea e imbuida de los hermosos valores musulmanes que le transmitieron, desde los ocho años, sus padres convertidos al islam, la australiana Stéphanie Kurlov nunca ha renunciado al sueño que alimenta desde el día en que, por primera vez, se deslizó felizmente con un largo tutú rosa.

Orgullosa de los orígenes rusos de su madre, en particular porque evocan en ella el prestigioso Teatro Bolshoi, templo de la danza clásica, la joven bailarina con velo del otro lado del mundo gira sobre sí misma, con una ligereza y soltura que los años y su perfeccionismo solo han mejorado.

Conocida ahora por el fuego sagrado que la anima y reconocida por su innegable talento, Stéphanie Kurlov, en vísperas de cumplir los veinte años, va camino de alcanzar su sueño con elegancia y de puntillas: convertirse en la primera bailarina clásica con hiyab del mundo.

Hace seis años, desde la altura de sus 14 años, se negó, con una madurez asombrosa, a tener que elegir entre su tutú giratorio y su hiyab que la cubre, sin el cual habría tenido la impresión de perder el alma.

FuenteOumma.com
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