Si bien la decisión de ayunar durante el período sagrado de Ramadán es propia, en el caso de los jugadores de fútbol y otros atletas, es necesario considerar sus efectos en el rendimiento deportivo.
El Ramadán, el noveno mes del calendario islámico, está comenzando. Para los musulmanes, este es un momento de crecimiento espiritual. Es un mes dedicado a la reflexión, a abrazar a la comunidad y a abstenerte de comer y beber durante el día.
Este año inició en la tarde del domingo 10 de marzo y finalizará el martes 9 de abril. A los futbolistas que practican el islam y compiten en las mejores ligas del mundo, el ayuno se les cruza con la mitad de temporada y se modifican sus horarios habituales de descanso y recuperación.
No sorprende que entre los 1.500 millones de fieles que tiene el islam haya algunos de los mejores futbolistas del mundo. Mohamed Salah, Sadio Mané, Karim Benzema y Riyad Mahrez son algunos de los musulmanes que han estado en la cima del balompié durante la última década. Estos están bien versados en cómo realizar los cambios necesarios en su horario diario durante el mes del Ramadán.
Aquí es donde surge la pregunta: ¿qué puede hacer la industria del fútbol para ayudar a mejorar las condiciones de los jugadores musulmanes antes y durante este periodo?
El efecto en el cuerpo
Siempre es un desafío para los jugadores musulmanes hacer frente a los rigores del fútbol profesional durante el Ramadán, ya que los preparativos establecidos para el día del partido, que incluyen el cumplimiento de una dieta estricta y balanceada, no siempre se pueden cumplir.
Es obvio que este aspecto es lo que más afecta a cada uno de los futbolistas. Un deportista debe ser responsable de su cuidado para no afectar su rendimiento y es probable que este se modifique durante un mes de ayuno. Del mismo modo, las necesidades de hidratación variarán.
Un patrón de sueño adecuado también es crucial para que las estrellas del deporte se recuperen, especialmente con el exigente calendario asociado a las principales ligas de fútbol del mundo. Además, estas condiciones afectan tanto al cuerpo como a la mente.
“Es difícil porque jugar y entrenar durante el Ramadán no es nada fácil. Antes de que empiece hablamos con el jefe (Jurgen Klopp) que tal vez podríamos cambiar el horario para entrenar en las mañanas”, contó el exjugador de Liverpool Sadio Mané. “Si entrenas en las primera horas del día, tienes tiempo para descansar, volver a casa y mantener una estabilidad tanto física como mental”.
Así como la práctica constante conduce a mejores resultados, los jugadores se acostumbran a las exigencias del ayuno a medida que pasan los días del Ramadán. Si bien al principio la adecuación es difícil, aproximadamente una semana después, los musulmanes se acomodan más al proceso y el trabajo se vuelve más fácil.
La adaptación en la Premier
Ligas como la de Arabia Saudí o Catar, en las que su mayoría de jugadores son musulmanes, ya llevan en un tiempo respetando momentos del Ramadán dentro de la cancha. Por ejemplo, organizaciones de fútbol, como la Liga Deportiva de Catar, han ampliado sus horarios en los últimos años: los entrenamientos y partidos generalmente comienzan alrededor de las 6:30 p.m., y durante el mes sagrado se posponen hasta el atardecer para permitir que los jugadores coman.
Sin embargo, algunos torneos occidentales, como la Premier League de Inglaterra, considerada la mejor del mundo, empezaron esta adaptación apenas en 2020.
En abril de 2021, los jugadores de Leicester y Crystal Palace se reunieron para un descanso en el minuto 35 del partido que estaban jugando entre sí. Estaba programado para el momento en que se ponía el sol, y lo hicieron por respeto a Wesley Fofana, del Leicester, que en ese momento se encontraba en pleno Ramadán.
Esto representó un hito en el fútbol y sentó un precedente en una de las ligas más importantes y prestigiosas del mundo occidental respecto a una fecha sagrada. Ya para la temporada 2022/23, a los equipos de la Premier League y la English Football League (EFL) se les permitió solicitar una interrupción en pleno partido para que los jugadores musulmanes rompieran su ayuno.
Antes de que se inicie un juego, los clubes que deseen una interrupción deben presentar una solicitud al equipo de árbitros correspondiente con el fin de no parar el encuentro cuando la pelota esté en juego.
La religión en el deporte
El papel de la religión en el fútbol no es nuevo, en especial tras tantos años de multiculturalismo y diversidad, sobre todo en las principales ligas de Europa. Muchos jugadores celebran sus goles haciendo referencia a sus creencias o alabando directamente al dios al que rezan, por ejemplo, levantando el dedo índice hacia el cielo.
La gestión del comportamiento religioso dentro de la cancha plantea la relación entre las reglas comunes y las individuales. Adaptar el juego para todos, por ejemplo, por la práctica religiosa de un individuo, cambia las reglas generales en favor de uno solo.
La gestión de las prácticas religiosas en el trabajo plantea cuestiones relacionadas con el mantenimiento de la equidad entre todas las personas que integran el vestuario, sean creyentes o no. Cuando hay respeto por las creencias individuales de jugadores que no comparten las tradiciones culturales de la mayoría, ese tipo de conductas pueden dar el ambiente propicio a una correcta integración.
El fútbol siempre ha desempeñado un papel vital a la hora de unir a la gente, y tal vez en este mes sagrado pueda seguir aumentando su influencia para ayudar a los jugadores musulmanes no solo a sentirse bienvenidos en las ligas occidentales, sino a prosperar en lo más alto del deporte.