Quemar copias del Corán es un “acto fundamentalmente despectivo y antipático”, afirmó en agosto el ministro de Justicia danés. Luego anunció la intención del gobierno de presentar un proyecto de ley que prohibiría la quema del Corán, lo que enardeció al mundo musulmán.
Cuatro meses después, el Parlamento adoptó, el jueves 7 de diciembre, una ley que penaliza el “tratamiento inadecuado” de cualquier texto con importante significado religioso.
Quemar, profanar, rasgar, cortar, apuñalar o patear públicamente ejemplares del Corán, la Biblia o la Torá está ahora prohibido bajo pena de pena de dos años de prisión.
Al igual que Suecia, donde las numerosas quemas de libros en su territorio han empañado su imagen en varios países de mayoría musulmana, Dinamarca espera aliviar las tensiones. Para el gobierno, esta medida tiene como objetivo proteger los intereses y la seguridad nacional del país.
Al final de un debate que duró casi cuatro horas, el texto pudo ser aprobado en tercera lectura por 94 de los 179 miembros del Parlamento.