El Ejecutivo de los Musulmanes de Bélgica (EMB) no oculta su irritación. Expulsado de su papel de interlocutor del Estado, el organismo, al que se le había retirado el reconocimiento en septiembre de 2022, se indignó, el domingo 11 de junio, ante la próxima aparición del Consejo Musulmán de Bélgica (CMB). Su creación, “teledirigida”, supone un “nuevo golpe de Estado del ministro de Justicia contra el EMB”.
Vincent Van Quickenborne “continúa su “cruzada” contra los representantes de la religión musulmana” a través de la creación de una nueva entidad “que tiene los mismos poderes estatutarios que el EMB”.
Está a punto de firmarse un nuevo real decreto por el que se reconoce a la CMB como nuevo órgano de gobierno temporal de la religión musulmana “contraviniendo el principio de separación de la Iglesia (la Mezquita, en este caso) y el Estado, la libertad de culto y sus autonomía”, según el EMB.
La actitud del ministro de Justicia hacia la religión musulmana es “inaceptable” y “constituye una intromisión intolerable en la libertad de culto”. También es “una señal de alarma para todas las demás religiones reconocidas” en Bélgica.
El EMB dice que continúa “trabajando con transparencia e independencia en el proceso de renovación de (su) institución, cuyas elecciones se realizarán el 16 de septiembre de 2023”. Como el Consejo Francés para el Culto Musulmán (CFCM) que, también excluido de su papel de interlocutor del Estado, se prepara para la organización de nuevas elecciones.