Tariq Ramadan fue absuelto el miércoles 24 de mayo por un tribunal suizo. Procesado por violación y coacción sexual, el fiscal había pedido tres años de prisión, pero sus argumentos fueron rechazados por el tribunal penal de Ginebra.
Después de haber indicado, con carácter preliminar, que no le correspondía pronunciarse, en general, “sobre las prácticas sexuales y la moralidad de Tariq Ramadan ni sobre los movimientos sociales actuales, sino únicamente juzgar al acusado sobre la base del expediente y la acusación levantada por el Ministerio Público”, el tribunal declaró que no había podido “formar una convicción de culpabilidad más allá de una duda razonable”.
En particular, señaló “la ausencia de elementos materiales, la pobreza y las contradicciones de los diversos testimonios alterados en parte por elementos externos y por el paso del tiempo desde los hechos” o incluso “los mensajes enviados por la denunciante al demandado con posterioridad a los hechos”, que “son similares a mensajes de amor y, sobre todo, no mencionan ningún reproche” en relación con la noche del presunto ataque, el 28 de octubre de 2008, en un hotel de Ginebra.
Los jueces indicaron que “el relato de la demandante era en general consistente y detallado, aunque salpicado de ciertas contradicciones”, pero “no fue corroborado por ningún elemento material, como rastros de semen o sangre, imágenes de videovigilancia del hotel o hallazgos de lesiones traumáticas”.
Dado que “las declaraciones aparecidas en el proceso constituían un testimonio indirecto, que además fue recogido casi diez años después de los hechos”, los jueces “destacaron el alto riesgo de confusión y alteración ligado no sólo al tiempo de transmisión sino también a la importante cobertura mediática del caso, en particular debido a un procedimiento francés abierto contra el acusado”.
Finalmente, el tribunal descartó “cualquier forma de control por parte de Tariq Ramadan sobre la denunciante, por un lado porque los dos protagonistas no se conocían antes de los hechos y, por otro lado, por la actitud distante del acusado”.
Debido a su absolución, el islamólogo recibirá una compensación por sus honorarios legales en relación con el procedimiento suizo, es decir, casi 155.000 euros. El tribunal, sin embargo, rechazó “su petición del pago de una indemnización por daño moral con el argumento de que no estuvo detenido en Suiza”.
Es una notable victoria legal para el islamólogo, que ahora tiene 60 años. “¡¡¡Alhamdullilah!!! ¡¡¡Gracias a Dios !!!! ¡Tariq Ramadan es absuelto en el juicio suizo! La verdad está en camino. ¡Fortaleza, coraje y honor. Siempre ! Seguimos la lucha por la verdad”, reaccionó su hija Maryam Ramadan en las redes sociales. La demandante anunció, por su parte, que apelaría la decisión.