Profesor musulmán se convierte en el primer director de una escuela católica en Bélgica

Es un hermoso símbolo. Hamid Riffi hizo su primera aparición como director del Scheppersinstituut en Mechelen, Bélgica. El primer musulmán en dirigir una escuela católica en Flandes, este profesor de matemáticas y ciencias, no le da mucha importancia. “Es una buena señal, por supuesto, pero deberíamos encontrarlo normal”, dice.

Normal por cierto porque Hamid Riffi no sale de la nada. Llegó a esta escuela secundaria como estudiante en 1980. Hizo toda su formación en ella y luego enseñó allí durante 17 años antes de convertirse en “coordinador de grado” y luego en asistente de dirección. Es lógico que se convirtiera en su director general, pese a que la institución había recibido solicitudes externas.

“Me contrataron en base a mis habilidades como maestro y gerente. Además, es como gerente y pedagogo que pretendo ser juzgado”, informó a la prensa flamenca. Sin embargo, esta señal enviada al mundo exterior es definitivamente positiva. “Debería ser normal, en todos los sectores, que personas de origen inmigrante puedan ejercer funciones jerárquicas”, señala.

Una lección de tolerancia y valentía política

¿Puede su fe musulmana entrar en conflicto con la visión católica de la institución? “Los valores que transmite esta escuela católica se corresponden con los que recibí en casa”, explica el profesor. “Respeto mutuo, solidaridad: estos son valores humanos”. En detalle, Hamid Riffi aporta algunos matices. “Las escuelas de hoy, especialmente en un contexto urbano, deberían ser más sensibles a la diversidad cultural. Por ejemplo, puede que no sea necesario hacer que los jóvenes corran durante 50 minutos durante la educación física en pleno Ramadán.”

“En la historia también”, añade. “Durante mucho tiempo, la historia de la colonización se enseñó desde una perspectiva occidental. Ahora sabemos que también podemos analizar los mismos eventos desde otro ángulo. En cuanto a las clases de religión, también son ideales para enseñar diversidad: no solo estudiamos la religión católica, sino que la convertimos en objeto de estudio comparativo con otras religiones y creencias. De esta manera, todos se sienten respetados.”

Sin saberlo, los líderes de la educación católica en Flandes están dando una pequeña lección de tolerancia y coraje político a François Bayrou. El alcalde de Pau y presidente de la mancomunidad de Pau ha sido, en efecto, señalado por haber defendido la idea “de que un musulmán no sería aceptado local y políticamente” al frente del EB Pau-Orthez, el club de baloncesto local, con el pretexto de que este proviene de una institución católica.

FuenteSaphirnews
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