El Ejecutivo Musulmán Belga (EMB) se apresuró a expresar su decepción por la decisión del Tribunal Constitucional belga que validaba la prohibición flamenca y valona de sacrificar sin aturdimiento previo.
“Contra todas las expectativas, el Tribunal Constitucional juzga que los decretos flamencos y valones que prohíben el sacrificio sin aturdimiento son admisibles bajo la Constitución belga”, dijo la organización musulmana en un comunicado de prensa fechado el sábado 3 de octubre.
El tribunal superior “sostiene que las órdenes impugnadas, según el Tribunal, se limitan a un solo aspecto del acto ritual específico de la matanza, a saber, la obligación de aturdir, y por lo tanto, según el Tribunal, los decretos flamenco y el valón no pueden interpretarse como una prohibición absoluta de la matanza ritual. El Tribunal considera que el legislador ha respondido en la medida de lo posible a las inquietudes de las comunidades religiosas afectadas al estipular que tienen la posibilidad de utilizar un aturdimiento reversible que no debe resultar en la muerte del animal”, prosigue el EMB, que se muestra en desacuerdo con tal visión.
¿Hacia el recurso al CEDH?
“Con esta sentencia, el Tribunal Constitucional lamentablemente hace un razonamiento circular que escapa al corazón del debate. En particular, el Tribunal Constitucional ignora el hecho de que los decretos flamencos y valones afectan efectivamente “al núcleo” de una práctica religiosa secular de la fe islámica y judía”, significa el EMB, que no excluye la posibilidad de llevar la ley al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH).
“Las técnicas religiosas actuales de sacrificio constituyen una alternativa completa al aturdimiento de animales y son perfectamente compatibles con los requisitos de salud pública, seguridad alimentaria y bienestar animal”, agrega la autoridad, para quien “la obligación del aturdimiento, en cambio, es sólo una medida simbólica emocional, que simplemente sirve, en detrimento de las minorías religiosas, para apaciguar la conciencia del consumidor medio y oscurecer la realidad de que los animales se crían como objetos de consumo en mega-instalaciones industriales”.
“El estado de derecho no debe ceder ante la creciente presión política y social de los movimientos populistas que libran una lucha simbólica contra las minorías vulnerables en toda Europa”, concluye el EMB. “En una sociedad tolerante, es importante trabajar juntos por el bienestar animal en todos los estratos de la sociedad, sin estigmatizar a determinadas comunidades.”
Algunas organizaciones musulmanas admiten, no obstante, el aturdimiento reversible del animal, siempre que este no conduzca a la muerte como sucede en gran medida en la actualidad en Europa.
