
La
escritora argelina afincada en Francia Kaouther Adimi ha opinado este
miércoles, durante la presentación de su novela ‘Piedras en el
bolsillo’, que en su país de adopción los musulmanes viven ‘una
violencia estatal muy potente, un gran racismo por parte de algunos
ministros del Gobierno’.
En rueda de prensa telemática,
acompañada por los editores de Libros del Asteroide y Periscopi,
Luis Solano y Aniol Rafel, Adimi, que con ‘Nuestras riquezas’ ganó
numerosos premios y fue finalista del Goncourt y el Médicis en 2017,
ha lamentado esta situación y ha argumentado que lleva a una ‘rabia’
y una ‘nostalgia negativa’.
En este momento en el que, además,
no puede viajar a Argelia por la pandemia de coronavirus, dice
sentirse ‘atacada permanentemente como argelina y musulmana’.
Ha
reconocido que le gusta vivir ‘entre dos aguas’, entre dos países,
porque lo ve como una ‘riqueza extraordinaria’, pero dice, sentir
‘rabia’.
‘Me siento agredida en mi casa -argumenta- y pienso
que si esto me ocurre a mí, siendo escritora, parisina y alguien con
muchas posibilidades y medios, ¿qué debe ser para los menos
afortunados? Ese es el gran fracaso de Francia hoy: haber hecho de mí
alguien con rabia y con una nostalgia negativa, no vinculada a los
buenos recuerdos’.
A pesar de ello, aconseja a quien pueda que
‘sea extranjero durante un tiempo, porque no es un insulto, es una
posibilidad de ver confrontado lo que significa ser distinto, ser
otra cosa. No deja de ser el sueño de muchos europeos, el libre
movimiento de personas’.
Más allá de estas aseveraciones, la
novelista, que como todas las personas de su generación -es nacida
en 1986- está marcada por la guerra civil de los años noventa, ha
indicado que ‘Piedras en el bolsillo’ es un libro que escribió
después de los atentados de París de noviembre de 2015 y por el que
siente ‘un gran afecto, aunque no haya tenido tanta repercusión como
el otro’.
Novela tragicómica, sigue la peripecia de una joven
argelina establecida en París, que debe volver a su país de origen
para asistir a la boda de su hermana pequeña y ello le comporta un
gran malestar porque continúa soltera y en su país el matrimonio es
‘una verdadera presión social’ para las mujeres.
Aunque pueda
haber algún que otro toque autobiográfico, en su trama narrativa no
lo hay, según ha aseverado, y ha agregado que quiso poner negro
sobre blanco ‘qué significa ser extranjero en una gran ciudad,
sobretodo si la persona es argelina y el país es Francia’.
Las
piedras a las que alude en el título son ‘esos recuerdos, ese pasado
y lo que comportan las expectativas del círculo familiar y de
amigos, y de presión social y la dificultad de extraerse de ese
nudo, de ese colectivo, para poder existir como individuo’.
Criada
durante un largo conflicto bélico, Kaouther Adimi ha rememorado que,
mientras que le sorprendió que en Francia tras los atentados de 2015
se cerraran escuelas y hubiera mucho debate sobre cómo explicar a
los niños lo sucedido, en Argelia en esos años noventa ‘nadie
explicaba nada’.
‘Cuando una guerra es civil, las familias se
matan entre sí, había profesores que mataban a sus alumnos, algo
que altera el ser humano y es muy difícil de explicar. A mi no me
contaban nada, pero había voluntad por parte de los padres de
protegernos del caos que era la vida cotidiana’, ha apuntado.
La
escuela, por ejemplo, ‘nunca paró, por más drama que hubiera. Ir a
la escuela era resistir y una mala nota era casi más importante a
que cerca hubiera caído una bomba, porque era lo normal’.
Tras
aquello, ‘con un país entero destrozado, nunca ha habido un
ejercicio de memoria’ y ‘todo es muy doloroso’.
A pesar de
ello, ‘sabemos que esa vida salvaje existió’ y ‘hay mucha gente que
cree que no permitiremos que vuelva a suceder’.
Por otra
parte, convencida de que la ‘cultura es la mejor muralla contra el
extremismo’, Adimi ha afirmado que no se puede ‘ceder ni un ápice a
la extrema derecha, ni a los derechos de la mujer’.
Acostumbrada
al toque de queda y al confinamiento en su infancia, ha indicado que
de estos tiempos de pandemia lo peor es ‘no poder viajar hasta
Argelia’, donde solía ir a menudo, a ver a sus padres.
Sobre
sus proyectos, ha desvelado que ha coescrito un guion para una
película que se estrenará el próximo año y está con una nueva
novela.