El Consejo de Coordinación de los Musulmanes en Alemania promovió hoy el diálogo y la participación social en el día de las mezquitas abiertas, una celebración de más de dos décadas.
Según los organizadores, alrededor de mil comunidades se unen a los festejos para informar sobre el islam, y se espera la participación de más de 100.000 personas en esta jornada que también coincide con el Día de la Unidad Alemana.
Los políticos vinculan cada vez más el concepto de la patria con el origen geográfico y a una procedencia étnica (?) sin embargo, en algunos ámbitos sociales y políticos esta vinculación adquirió un carácter muy excluyente, subrayó el Consejo que este año defiende el lema La gente hace a la(s) patria(s).
‘Los musulmanes tenemos que participar más en la vida de Alemania y dejar claro que todo lo étnico, todo lo nacionalista, destruye la patria’, declaró su presidente, Aiman Mazyek.
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, cardenal Reinhard Marx, condenó los ataques a mezquitas, sinagogas e iglesias, en un país donde se registra un aumento en los delitos de odio vinculados a la ultraderecha.
En Alemania hay alrededor de 4,5 millones de musulmanes (sobre una población total de unos 82 millones de personas), y para la canciller federal Ángela Merkel, ellos y su religión son ya una parte del país, pese a que históricamente Alemania ha sido una nación de mayoría cristiana.
La gran mayoría rechazan el radicalismo y practican su religión de forma pacífica y de acuerdo a la Constitución, defendió hace unos meses.
Merkel agregó que la violencia, la xenofobia, el racismo y el antisemitismo no tienen lugar en Alemania y que la libertad religiosa es un fundamento clave del país.
La convivencia dentro de la diversidad cultural y religiosa, argumentó, se basa en la ley.