Irlanda es un país abierto que valora la diversidad y se ha erigido en un faro de la tolerancia en Europa. Esto tiene su reflejo en las instituciones del Estado y en primer lugar en la Policía. El pasado 4 de abril, esta institución anunció con orgullo que las mujeres policías o futuras reclutas de confesión musulmana serán de ahora en adelante autorizadas a llevar el hiyab cuando vistan el uniforme.
Irlanda sigue así los pasos de Escocia, que fue precursora en esta materia en 2016, pero también de islas más lejanas donde la diversidad y la multiculturalidad están bien asentadas, como es el caso de Nueva Zelanda o Australia. Lo mismo se puede decir de Canadá.
Para el portavoz de la Policía irlandesa se trata de una “iniciativa inclusiva y paritaria” que sirve para “crear vocaciones para la policía entre los miembros masculinos y femeninos de las comunidades minoritarias, incluyendo las mujeres musulmanas y los sijs”.