
Cerca de 250.000 personas desfilaron el sábado 2 de Marzo en Milán contra el racismo. Otros manifestaciones menores tuvieron lugar en otras ciudades italianas, de norte a sur, hasta Trapani.
La manifestación de Milán y las otras buscaron mostrar la protesta contra el reciente asesinato del inmigrante maliense, Sacko Soumaila, en la región de Calabria, al suroeste de Italia.
Ante el aumento de la xenofobia, treinta organizaciones, incluidos partidos políticos de izquierda y sindicatos, decidieron convocar la protesta en Milán, bastión del ministro del Interior, Matteo Salvini, pero que cuenta actualmente con un alcalde de izquierda.
El tema dominante de las manifestaciones fue la protesta contra el gobierno nacional acusado de apoyar posiciones racistas, mejor dicho de distribuir solo “odio e ira” para citar las palabras de Nicola Zingaretti (PD). El 1 de junio pasado fue creado un gobierno apoyado por la Lega, un partido abiertamente xenófobo, y Cinque Stelle.