Un tribunal de República Checa ha condenado a cuatro años de cárcel a un hombre que provocó el descarrilamiento de dos trenes cerca de la capital, Praga, en 2017, en un intento por culpar a inmigrantes musulmanes e incitar un movimiento contra ellos.
El tribunal ha declarado culpable de los cargos a Jaromir Balda, de 71 años, y ha ordenado que además sea sometido a tratamiento psiquiátrico, según el portal local de noticias Aktualne, citado por Europa Press.
El hombre colocó árboles en las vías al norte de Praga para provocar los descarrilamientos, que se saldaron sin heridos. Asimismo, dejó en el lugar panfletos escritos en árabe en los que se podía leer ‘Allahu Akbar’ (Dios es el más grande).
La justicia checa intenta abogar a favor de sus crímenes por sus supuestos trastornos mentales, acto que si hubiese sido efectivamente realizado por musulmanes, serían hoy culpados por un “atentado terrorista”.
Nuevamente queda demostrado las dobles políticas llevadas por algunos países europeos.