Políticos y ciudadanos británicos rindieron hoy homenaje a Makram Ali, quien falleció hace un año por un atentado cerca de una mezquita en Finsbury Park, en el norte de Londres.
El 19 de junio de 2017, un hombre atropelló con una camioneta a un grupo de musulmanes en esa zona y causó la muerte de Ali, así como heridas a una decena de personas.
Ocho meses después, el agresor, identificado como Darren Osborne, fue declarado culpable de asesinato por la corte de Woolwich, que catalogó el suceso de ataque terrorista y lo sentenció a cadena perpetua.
Por tanto, debe permanecer al menos 43 años en prisión antes de que la pena pueda ser revisada por las autoridades correspondientes.
Mediante un comunicado de prensa, la primera ministra Theresa May recordó esos sucesos y lamentó los daños sufridos por personas inocentes.
‘Somos un país diverso, con muchos credos y libertad de religión. El respeto por aquellos que tienen una fe diferente es fundamental para preservar nuestros valores, los cuales no serán destruidos por el vil extremismo’, afirmó.
En los tributos participaron también el alcalde de esta capital, Sadiq Khan, el ministro de Interior, Sajid Javid, y el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn.