El gobierno de Austria anunció hoy que expulsará a decenas de imanes (prelados musulmanes) y cerrará siete mezquitas vinculadas a Turquía como medida en su lucha contra lo que califica de Islam político y extremista.
“En el país no existe la posibilidad de existencia de sociedades paralelas que radicalicen el Islam político y sus tendencias más extremas”, aseveró el primer ministro, Sebastian Kurz, en rueda de prensa.
La medida se sustenta en la ley sobre el Islam de 2015, que exige a los musulmanes una actitud positiva hacia el Estado y la sociedad austriaca, precisó el jefe de Gobierno.
En la actualidad se investigan a 40 religiosos musulmanes sospechosos de violar la prohibición de recibir financiación del exterior, reveló por su lado el ministro del Interior, Herbert Kickl.
La medida fue calificada de racista por el portavoz presidencial turco, Ibrahim Kalin, quien añadió que es discriminatoria y refleja la ola islamófoba que recorre a varios países de Europa occidental.
A juicio de expertos el nuevo gobierno austriaco, integrado por agrupaciones conservadoras y de la ultraderecha busca reforzar el control de las instituciones islámicas y en especial las controladas por Turquía.