El gobierno belga ha decidido iniciar una campaña para contrarrestar el wahabismo en su país mediante la toma del control de la Gran Mezquita de Bruselas, que estaba gestionada por Arabia Saudí. En marzo, la gestión le fue retirada a dicho país, que fue acusado de propagar un Islam rigorista e incompatible con las instituciones belgas.
La Gran Mezquita de Bruselas ha estado en el centro de atención desde los ataques que afectaron a la capital belga en 2016. En particular, las enseñanzas de los imames y los profesores de religión en esta mezquita causaron la preocupación del Estado belga.
El 16 de marzo, el gobierno belga decidió cancelar el acuerdo de medio siglo (1969) que confió la administración de la Gran Mezquita de Bruselas a Arabia Saudí. La monarquía ha sido acusada por el gobierno belga de promover un Islam salafo-wahabí que podría «”jugar un papel muy importante en el radicalismo violento”.