El Ayuntamiento de Almonte (Huelva) ha puesto en marcha una campaña de limpieza de las calles invitando exclusivamente de forma altruista a la numerosa comunidad islámica residente en el municipio, temporeros de la fresa y los frutos rojos en su gran mayoría. Una treintena de voluntarios ha participado este pasado domingo 16 de julio en tareas de recogida de basura exclusivamente por parte de estos vecinos de confesión musulmana. El servicio municipal de limpieza de esta localidad onubense, de más de 25.000 habitantes, que se multiplica hasta los 150.000 con la llegada de veraneantes a la playa de Matalascañas, viene realizándolo el Grupo FCC, cuyo contrato expiró a finales de 2022 y se prorrogó hasta el pasado junio, con lo que actualmente este servicio municipal de limpieza ya ha expirado.
La iniciativa del Ayuntamiento, gobernada por el partido Ilusiona, dirigido por el histórico exregidor exsocialista Francisco Bella, ha causado un profundo malestar en la oposición, que ha visto en ella un claro sesgo islamófobo, al señalar exclusivamente a estos vecinos como los únicos a los que se dirige esta supuesta campaña de concienciación vecinal sobre la limpieza del municipio. “La comunidad islámica, como la cristiana o cualquier otro colectivo de nuestro pueblo, paga sus impuestos y, por ende, tienen el mismo derecho que el resto a que sus calles se mantengan limpias”, ha señalado el grupo municipal de Mesa de Convergencia a través de un comunicado.
“Conocemos perfectamente el déficit del pliego de limpieza, lo hemos sufrido durante cuatro años, acrecentado con la mala intención del, por aquel entonces, grupo de la oposición, que no paraba de hacer campaña negativa contra la institución”, denuncia Mesa de Convergencia.
El equipo municipal saliente de las pasadas elecciones municipales, una coalición encabezada por Mesa, ha propuesto encomendar la recogida de basura a la Mancomunidad de Servicios de la Provincia, con el objetivo de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y así municipalizar el servicio de limpieza viaria, algo a lo que el equipo de gobierno de Francisco Bella no está dispuesto e incluso ha advertido que pretende salirse de ella pese a haber sido su fundador y promotor y pese a que Almonte cuenta con más del 30% de participación en este organismo supramunicipal.
El concejal de Limpieza viaria, Juan Manuel Aguilar, ha manifestado a un medio local que esta campaña municipal va dirigida a los vecinos musulmanes de Almonte “para que vean la importancia que tiene la limpieza en nuestro pueblo y una forma de que colaboren también”.
Por su parte, el portavoz de la Asociación Islámica ‘Blas Infante’ de Almonte, Said Mefetah, ha manifestado a Doñana Comunicación que la suciedad de las calles y la abundante presencia de restos vegetales ha sido lo que ha decidido al colectivo que representa, integrado en su gran mayoría por temporeros de la fresa en la zona, a participar de manera “voluntaria” en la recogida de basura de las calles, precisamente en el único día de descanso laboral que estos trabajadores tienen a la semana.“Estamos encantados, hasta el punto de que algunos voluntarios han mostrado su deseo de participar en una próxima ocasión”, añade Said Mefetah.
La Mesa de Convergencia exige al alcalde almonteño explicaciones públicas “por esta desacertada acción” por “poner a ciudadanos y ciudadanas de nuestro municipio a limpiar las calles” y también denuncia la “presión laboral” que sufren actualmente los trabajadores de FCC, enmarcada según la oposición en una campaña del equipo municipal de gobierno en contra de la municipalización del servicio que reclama Mesa de Convergencia.
Si la limpieza viaria de Almonte la venía realizando hasta el pasado junio la multinacional controlada por Carlos Slim y las hermanas Koplowitz, el servicio de agua estaba concedido en El Rocío y Matalascañas (núcleos pertenecientes a Almonte), también hasta el pasado diciembre de 2022, a Aqualia, una filial del Grupo FCC.
El agua de los núcleos almonteños de El Rocío y Matalascañas se cedió a la MAS (Mancomunidad de Servicios de la Provincia de Huelva) durante la pasada legislatura para que la gestionara Giahsa (empresa vehicular de la Mancomunidad). Pero la falta de mayoría suficiente en el equipo de gobierno sólo permitió la adjudicación durante un año. En este contexto, tanto FCC y Aqualia mantienen grandes expectativas de volver a gestionar estos servicios en Almonte, que generan pingües beneficios para las empresas privadas concesionarias.