Musulmanes de Orense viven el Ramadán

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En Orense hay 1.675 musulmanes, 462 de ellos de nacionalidad española, según la Unión de Comunidades Islámicas de España. Es la provincia gallega con la comunidad más pequeña y se concentra básicamente en la capital y en Xinzo. En A Limia son mayoritariamente marroquíes y en la capital se suman los senegaleses (mayoría), argelinos y saharauis, entre otros. Cada año el comienzo del ramadán cambia en torno al mes lunar y se va adelantando en el tiempo. Es el mes sagrado de ayuno, durante el cual los musulmanes no pueden comer ni beber en las horas diurnas. Además, acuden a las mezquitas para rezar en comunidad. Están exentos del ayuno los niños, los ancianos, los enfermos crónicos o las personas que realizan trabajos muy duros.

Ibraim Diouf es el secretario de la comunidad islámica en la capital ourensana. «En los días previos, cuando se acerca, puede que los jóvenes tengan dudas al pensar que estarán un mes en ayuno, les cuesta. Pero los que tienen experiencia lo viven de otra manera, tienen más ganas de hacerlo, más esperanza. Es el mes más especial del año para nosotros», comenta. Diouf explica que el ramadán es mucho más que ayuno. «No se trata solo de pasar hambre. Es hacer el bien por duplicado. Es un mes para compartir con los demás», puntualiza. «No todo el mundo viene a la mezquita, muchos se quedan en casa a rezar. Este domingo, además, cambia la hora y anochecerá más tarde por lo que los rezos comenzarán una hora después», añade.

Hicham Fathallah fue el primer miembro de la comunidad marroquí y magrebí de Ourense que finalizó, en el año 2009, sus estudios secundarios y accedió a la universidad. Hoy es el secretario de la asociación cultural de magrebíes de Xinzo. Trabaja en Vigo, pero acudirá todos los fines de semana a la capital limiana para compartir el ramadán con sus compatriotas. El resto del tiempo lo vivirá junto a musulmanes que residen en la ciudad olívica.

«Durante los días previos, las familias, sobre todo las madres, están con los preparativos de la comida típica del ramadán, sobre todos los dulces, que no se estropean pronto», relata. «Los días más difíciles son los tres primeros, pero este año viene bien que comencemos en viernes, así descansamos hasta el lunes», comenta.

Y es que muchos de los que practican el ayuno trabajan: «Hay que programar bien el día». También habla de cambios generacionales que acabarán por variar algunas de las costumbres. «Ahora las madres tienen edades que rondan los 50 o 60 años y se dedican especialmente a la casa. Las nuevas generaciones empiezan a trabajar y será otro ambiente, tendrá que haber más colaboración entre hombres y mujeres a la hora de preparar el ramadán. Ahora llevan un peso muy grande pero en el futuro será distinto», explica.

En su caso, trabaja en una oficina, seguir las normas del ramadán requieren de un mayor esfuerzo. «Hay otro tipo de trabajos, donde puede ser más grande la presencia de musulmanes como en el de los jornaleros o en la construcción, en los que este mes se organiza de manera diferente. También ocurre en las ciudades más grandes, donde el número es mayor. En Galicia hay que adaptarse e intentar llevarlo lo mejor posible», afirma. Y es que hay que tener en cuenta que durante el ramadán se deben hacer cinco oraciones a lo largo del día: el fajr, antes de la salida del sol; el dhuh, al mediodía; el asr, durante la tarde; el maghrib, en la puesta del sol; y el isha, durante la noche.

El pasado jueves comenzó el ramadán en todo el mundo, que finalizará el 21 de abril, después de 29 días de celebración. Las mezquitas ourensanas y los musulmanes se visten de gala estos días.

FuenteCándida Andáluz -La Voz de Galicia
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