Tras el anuncio de la creación de un tanatorio musulmán en Sidi Embarek, el portavoz y administrador del grupo Unidad Contra la Injusticia Ceuta, Abdellah Abdellah Mustafa, argumenta a EL PUEBLO que ”los musulmanes no queremos y no vemos la necesidad». En lugar de invertir más de medio millón de euros, insta al Ejecutivo local a que “se cree una escuela de árabe o un auditorio para dar conferencias”. De no cesar la actuación, recogerán firmas y no descarta una concentración.
El pasado 11 de noviembre, el consejero de Sanidad, Consumo y Gobernación, Alberto Gaitán, anunciaba tras el Consejo de Gobierno de Ceuta su beneplácito a la propuesta del titular de Fomento y Turismo, Alejandro Ramírez, de crear un tanatorio musulmán informando de una partida de 600.000 euros que, como gasto plurianual, sirva para financiar la ejecución de las obras del mismo junto al cementerio de Sidi Embarek.
Aunque el portavoz del Ejecutivo local incidió en que se trata de una “actuación comprometida” por la Ciudad que “contemplará todas las dependencias de un velatorio adaptadas a los usos y costumbres de la comunidad musulmana”, el portavoz y administrador del grupo Unidad Contra la Injusticia Ceuta no está de acuerdo. Argumenta que “ya hay un sitio donde se puede lavar, amortajar y velar al fallecido detrás de la mezquita de Sidi Embarek”.
Existiendo un sitio físico donde realizar la tanatopraxia, como portavoz del grupo Unidad Contra la Injusticia Ceuta, opta por reformarlo, “se puede restaurar tranquilamente y le costaría el 5% de la inversión que pretenden hacer, los musulmanes tendríamos un sitio más digno”. Una asignación presupuestaria de más de medio millón de euros que la gente “no quiere”.
Es por ello que, el grupo activista ha denunciado públicamente, tanto en redes sociales como en la radio, su postura en contra de la intención del Ejecutivo local. Dada la magnitud del presupuesto, Abdellah apuesta por “destinarlo a otras cosas si quiere apoyar al colectivo musulmán”. Una de las propuestas que realiza el portavoz es la de “montar un auditorio donde se den conferencias”.
Según explica, cuando realizan este tipo de eventos tienen que pedir permiso al IES Siete Colinas o al Teatro Auditorio del Revellín, por ejemplo, y “no hay sitio para que se haga eso, especialmente para la comunidad musulmana”. El espacio que pide el ceutí podría ser utilizado por cualquier ciudadano. Otra de las ideas que plantea es una escuela de árabe, “grande y bien hecha para que los niños puedan estudiar. Por la poca cantidad de escuelas árabes y coránicas que hay, los niños se quedan sin sitio y sin aprender su religión”, continúa. Abdellah: “Si ese dinero puede ser para el colectivo musulmán que lo inviertan en otra cosa, no consideramos necesario un tanatorio musulmán”.
En cuanto a las actuaciones de la Ciudad, el portavoz recalca que “muchas veces hacen cosas sin tener en cuenta la opinión de los afectados. Claro que hay miedo que se pierda la costumbre de hacerlo en casa, evidentemente, si no hay un tanatorio construido todavía tenemos esa vía libre y la garantía de que podemos hacerlo en casa”.
Explica que una vez construido, “a mí nadie me garantiza que podamos seguir haciéndolo en casa y continuar con la costumbre”. Y aunque desde el Ejecutivo aseguran que sí, “siempre habrá la posibilidad que en algún momento nos la quiten y no vamos a permitirlo”.
Tal es el descontento que se lanzó en redes sociales un hashtag de #Noaltanatoriomusulmán, “la mayoría de la población no quiere, que reformen el espacio que ya tenemos y pongan una los llamamos Marcel, una tabla de lavado de aluminio y más higiénico”. De seguir adelante el proyecto, Abdellah afirma que “recogeríamos firmas” y harían una concentración en contra del tanatorio musulmán y en contra de las “decisiones que toma el Gobierno de forma unilateral sin tener en consideración la opinión de los musulmanes”.
